La prolongación de las medidas tomadas por el gobierno mexicano en respuesta al arancel de 25 por ciento impuesto por Estados Unidos al acero proveniente de México puede afectar al sector, ya que resta competitividad a toda la región, sostuvo el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).

Luego de que el pasado 30 de mayo Washington determinó no exentar a México y a Canadá de los nuevos impuestos a las importaciones de acero y aluminio (10 por ciento), la Secretaría de Economía (SE) decidió responder con medidas espejo sustentadas en el artículo 802 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Las medidas compensatorias incluyen productos como aceros planos (lamina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos, entre otros, mismos que fueron especificados el 5 de junio pasado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Producto del cambio en las condiciones del mercado, específicamente para el acero, el CEFP sostuvo que la recuperación seguirá siendo lenta, pues los nuevos impuestos impactarán el comercio de este tipo de productos en la región de Norteamérica.

En ese sentido, recordó que la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) prevé que las industrias más afectadas serán la construcción, pues demanda 61.5 por ciento del total de la producción del acero, seguida de productos metálicos, que emplea 18.8 puntos porcentuales y la automotriz, con 10.6 por ciento.

Además, prevé que los impuestos en Estados Unidos a productos como aceros planos (lamina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos) y lámparas tendrá un impacto de 2 mil millones de dólares anuales, cifra que representa 0.5 por ciento del valor de las exportaciones totales realizadas durante 2017, que fue de 409 mil 409 millones de dólares.

Consideró que si bien aún es difícil pronosticar de cuánto será el impacto económico para las finanzas públicas, no descartó que las medidas tomadas por el gobierno estadunidense tendrán un efecto recaudatorio menor, pues la magnitud de la elasticidad precio de la demanda estadunidense de estas mercancías es baja.

El CEPF advirtió que el mayor impacto puede reflejarse en las variables macroeconómicas, particularmente en los niveles generales de precio, debido al incremento de los precios de los productos e insumos que demanda la industria nacional, pero también en las variables financieras derivado de la volatilidad e incertidumbre en los mercados internacionales.

Agregó que las medidas tomadas por Washington aumentarán el deterioro del mercado mundial del acero, el cual ya habría resentido el decremento de la inversión desde 2016.

México es el décimo tercer productor de acero a escala global. Tan sólo en 2017 produjo 18.8 millones de toneladas de esa aleación y la Canacero prevé que esa cifra llegue a 29.5 millones de toneladas en este año. En materia de comercio internacional, el país es deficitario, pues importa 14.7 millones de toneladas, mientras exporta 5.1 millones de toneladas.