El Congreso debe legislar para sancionar a quienes hagan uso indebido del número telefónico de urgencias, ya que durante el año pasado cerca de 100 millones de llamadas, 87.6 del total que se hicieron al 911, fueron bromas, señaló el Instituto Belisario Domínguez (IBD), del Senado.

En el estudio Llamadas falsas a los números telefónicos de emergencia, el IBD detalla que, a pesar de las acciones realizadas por los tres niveles de gobierno para fomentar una cultura de respeto a los servicios que ayudan en casos de accidentes o problemas urgentes, el porcentaje de marcajes improcedentes al 911 sigue siendo preocupante.

Destaca que durante 2017, el 911, número único a escala nacional para emergencias desde 2016, recibió un total de 112 millones 460 mil 767 llamadas, de las que 98 millones 523 mil 93 fueron consideradas improcedentes. Es decir, siete de cada ocho eran bromas o no correspondían a situaciones reales de urgencia.

La investigación revela que las entidades federativas con mayor número de llamadas improcedentes fueron: Ciudad de México, estado de México, Jalisco, Veracruz, Guanajuato y Baja California. En tanto, en los estados que tuvieron mayor porcentaje de llamadas reales de emergencia fueron: Nuevo León, Querétaro, Colima, Aguascalientes, Baja California y Chihuahua.

A escala nacional, de los telefonemas falsos, 760 mil 990 se refirieron a temas de seguridad pública (70.03 por ciento), 2 millones 30 mil 217 fueron por cuestiones médicas (14.56 por ciento), un millón 292 mil 623 fueron por servicios públicos (9.27 por ciento) y 853 mil 844 por servicios de protección civil (6.12 por ciento).

El IBD resalta que en la actual legislatura, que está por concluir, se han presentado al menos cuatro iniciativas para sancionar a quienes hagan uso indebido del número de emergencia. De ellas, tres se encuentran pendientes de discutirse en las comisiones de la cámara de origen, mientras una fue dictaminada en negativo.

Consideró asimismo que además de la homologación de los números de emergencia, se debe enfatizar en la necesidad de fortalecer la cultura social de un uso correcto del número 911.