Organizaciones de mexicanos repatriados de Estados Unidos manifestaron su apoyo al candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, por considerar que es el único que ha mencionado el derecho de los mexicanos a tener empleos dignos en su país para no verse obligados a migrar.

En conferencia de prensa, Nativo López Vigil, asesor político y legal de la asociación de migrantes Hermandad Mexicana, señaló que los trabajadores internacionales sin documentos –sobre todo los de origen latinoamericano– viven una situación preocupante de xenofobia y racismo en Estados Unidos.

Una de las consecuencias más negativas de este fenómeno, alertó, es la detención de miles de migrantes mexicanos y centroamericanos, el internamiento de ellos y sus familias –incluidos niños y bebés– en centros de detención en condiciones infrahumanas y finalmente su deportación masiva hacia México, país con el cual muchos de ellos ya no tienen ningún vínculo y a donde no deseaban volver.

López Obrador ha sido hasta el momento el único candidato a la Presidencia que ha hablado de generar las condiciones necesarias dentro del país para dar oportunidades de desarrollo a los ciudadanos, para que no se vean obligados a salir de su lugar de origen.

Luego de manifestar su esperanza de que un eventual gobierno del líder de Morena traiga mayores apoyos a los migrantes en retorno y a la población en general, López Vigil respaldó la idea de López Obrador de que los consulados de México en Estados Unidos tengan un papel más activo en la defensa de los trabajadores indocumentados.

Si el gobierno del tabasqueño impulsa condiciones dignas de vida a la población, estimó, muchas personas no tendrían que migrar a Estados Unidos e incluso miles de ellas podrían regresar al país para retomar su actividad económica y aplicar todo lo que aprendieron en aquella nación.

En tanto, Israel Concha, presidente de la asociación de migrantes de retorno New Comienzos, aseveró que López Obrador tiene la oportunidad de resolver la crisis humanitaria generada por la deportación de miles de mexicanos que llegan a un país que no conocen, donde algunos ya no tienen familiares ni amigos y son víctimas de discriminación. Lejos de significar un problema, subrayó el activista, los migrantes expulsados pueden ser la cereza del pastel para México, porque su educación no les costó un centavo y ellos pueden aportar todo lo que han aprendido para reconstruir el país.