47 años del jueves de corpus
ONG piden a presidenciables pronunciarse sobre la masacre
Lunes 11 de junio de 2018, p. 13
El 10 de junio de 1971 permanece impune
, acusaron integrantes del Comité 68, por lo que demandaron a los aspirantes presidenciales pronunciarse sobre crímenes de Estado como ése y la masacre estudiantil del 2 de octubre en Tlatelolco.
Ayer se cumplieron 47 años de la matanza de estudiantes en la Calzada México-Tacuba, en las inmediaciones de la Escuela Normal, en el llamado halconazo. Para guardar en la memoria este hecho, integrantes del Comité 68 y de otras organizaciones sociales y sindicales marcharon ayer de ese punto al Zócalo de la Ciudad de México.
Al finalizar la movilización se realizó un mitin en la Plaza de la Constitución. Ahí, Félix Hernández Gamundi, ex dirigente del Consejo Nacional de Huelga del movimiento estudiantil de 1968, tomó la palabra en nombre del Comité 68 y aseveró que la demanda de justicia por ambas masacres sigue vigente.
La memoria es el inicio en el camino a la justicia y el olvido es el camino a la impunidad. Demandamos a los candidatos que aspiran a obtener el voto de los ciudadanos para la Presidencia de la República que se pronuncien sobre este tema (las matanzas del 10 de junio de 1971 y del 2 de octubre de 1968). Hasta hoy, ninguno ha hecho un pronunciamiento concreto ni específico ni ha presentado un compromiso específico suficientemente claro de cómo van a atacar la impunidad que recorre el país y corroe el pensamiento y la vida de los mexicanos
, señaló.
Aseguró que todos los espacios y las plataformas de los aspirantes presidenciales se han enfocado en sus propuestas para combatir la corrupción, lo cual no podrá lograrse si no se termina primero con la impunidad en el país.
La impunidad es la alcahueta; es lo que permite la corrupción y que tengamos reformas estructurales que desmantelan el patrimonio nacional sin que haya manera de que se reclame a los responsables. Es la impunidad lo que tuerce la vida política y social de este país
.
Entre los manifestantes causó indignación que sin razón alguna
la plancha del Zócalo capitalino estuviera cerrada con vallas y vigilada por policías, lo que impidió realizar en el lugar el mitin y éste tuvo que desarrollarse al pie de las oficinas del Gobierno de la Ciudad de México, a unos pasos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.