El despido de la ex directora general de Auditoría Forense de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Muna Dora Buchahin, obedece en gran medida a la cercanía que tuvo con el anterior titular de la dependencia, Juan Manuel Portal, y podría tener la intención de que el próximo informe del instituto –el 30 de junio– sea menos duro que los anteriores, para no afectar más la imagen del PRI en los comicios.

Una fuente cercana afirmó lo anterior y señaló que si bien los ajustes en la estructura de la ASF son una prerrogativa legal de su nuevo director, David Colmenares Páramo, no se justifica la salida de un equipo de auditores que realizaba un buen trabajo y había documentado irregularidades graves en el manejo de los recursos públicos.

En entrevista con La Jornada, el declarante –quien pidió mantener su identidad bajo reserva– recordó que además de Buchahin, otros altos funcionarios de la ASF han sido removidos en los recientes días, entre ellos Salim Arturo Orfi Magaña, ex titular de la Unidad de Gasto Federalizado; Javier Pérez Saavedra, ex auditor de Cumplimiento Financiero; Fernando Cervantes, ex auditor especial de Tecnologías de la Información, y Roberto Salcedo Aquino, ex auditor de Desempeño.

Colmenares “tiene un pleito muy fuerte contra Muna Dora, porque era muy cercana a Portal, y él corrió a Colmenares por no estar conforme con sus capacidades. En cuanto llegó a la ASF, dijo ‘todos los funcionarios anteriores, para afuera’”.

De acuerdo con la fuente, otro de los motivos que habrían influido en el cese de Buchahin, es por la presentación del segundo informe de la ASF, que será el 30 de junio, apenas un día antes de las elecciones, y si los resultados de esa entrega fueran igual de duros que en las anteriores, la imagen del PRI resultaría perjudicada el día de los comicios.

Si se hubiera quedado Portal y su gente cercana, el informe de ese día hubiera sido duro, como normalmente lo son. Aquí habría que estar atentos para ver si ahora es un informe suave, para no pegarle al gobierno, porque sería el último clavo de su ataúd, indicó.

Aunque el declarante admitió que el nuevo auditor tiene el derecho de hacer todos los cambios que considere necesarios en la institución, como sucede en el resto de los organismos de la administración pública, afirmó que el despido de casi la totalidad de altos funcionarios, quienes además realizaban un buen trabajo, llama la atención.

En la ASF se está haciendo una reforma al reglamento para crear un área especial de seguimiento de auditorías, lo cual es una decisión correcta, pero eso no justifica quitar a los auditores especiales, sobre todo en un momento tan especial y delicado (como las elecciones), salvo que pienses mal respecto a los verdaderos motivos de los ceses.

Trabajar en la auditoría te vuelve incómodo para el gobierno, y creo que estos personajes se habían vuelto incómodos para la gente del poder, porque estaban haciendo bien su chamba. Estaban descubriendo cosas, con un trabajo muy cuidadoso.