Este sexenio se incrementó la participación porcentual de los jóvenes entre la población desocupada de México. En diciembre de 2012, cuando comenzó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, los mexicanos de 15 a 29 años de edad sin trabajo representaron 52.4 por ciento de la población que entonces no tenía trabajo pese a buscarlo y tener necesidad del mismo, pero la cifra se elevó a 56.8 por ciento el primer trimestre de 2018, es decir 4.4 puntos porcentuales, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Entre quienes sí tienen trabajo se disparó 68.8 por ciento la cantidad de veinteañeros con estudios de bachillerato y nivel superior que apenas ganan entre uno y dos salarios mínimos, al pasar de un millón 89 mil 526 trabajadores a un millón 839 mil 135. Es decir, perciben 176.72 pesos por día o 5 mil 301.6 pesos al mes como máximo.

Paralelamente, se redujo en 1.46 por ciento el número de estos trabajadores universitarios y con estudios de bachillerato que ganan desde dos y hasta tres salarios mínimos. Cuando comenzó el sexenio eran un millón 282 mil 337 y representaron el grupo más grande entre los veinteañeros ocupados con dicho nivel de estudios al concentrar 24.15 por ciento del total.

Al cierre del primer trimestre de este año la cifra se redujo a un millón 263 mil 490; es decir, se perdieron 18 mil 847 puestos de trabajo donde se pagan 265 pesos diarios o hasta 7 mil 952.40 pesos mensuales para los veinteañeros con preparación.

Durante el gobierno actual tampoco ha variado la calidad de empleos que consiguen los menores de 30 años. Hasta marzo, carecían de acceso a instituciones de salud 56.81 por ciento de los 11 millones 577 mil jóvenes veinteañeros con trabajo. Al principio del sexenio, representaron 57.23 por ciento respecto a los 11 millones 727 mil mexicanos de entre 20 y 29 años que tenían trabajo entonces, así que sólo ha habido una baja de menos de medio punto porcentual (0.42 por ciento).