La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no se está moviendo, no ha habido ninguna reunión, no ha habido ningún movimiento (desde hace un mes), no hay pláticas. Todo lo demás han sido rumores. Lo que debemos hacer es mantener la calma y dar seguimiento a lo que está ocurriendo en la arena internacional, aseveró Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Nosotros seguimos firmes en que el resultado del acuerdo, cuando éste se retome, sea el que favorezca a este sector y a esta industria tan importante, la cual, insistió, es ejemplo de éxito del TLCAN e implica miles de millones de dólares de inversión en los tres países que conforman la región de América del Norte. Incluso, dijo, se cuenta con un texto avanzado sobre las reglas de origen del sector automotriz, pero sigue sin llegarse a algún acuerdo con Estados Unidos y Canadá.

Paralelamente, el dirigente empresarial ponderó que la producción y exportaciones de la industria automotriz alcanzaron cifras históricas en mayo. En total se fabricaron 352 mil 860 unidades el mes pasado, lo cual implica un crecimiento anual de 3.9 por ciento, marca histórica, porque nunca habíamos alcanzado una cifra para este mes y con lo cual el acumulado de los primeros cinco meses de 2018 fue de un millón 607 mil vehículos.

Las exportaciones se incrementaron 9.9 por ciento el mes pasado, pero en el acumulado enero-mayo subieron 11.1 por ciento, sin contar los vehículos de la empresa Nissan, que por segundo mes consecutivo decidió no entregarlas a la AMIA. Solís destacó también que en el primer trimestre de 2018 el superávit en la balanza comercial automotriz se incrementó 17.7 por ciento respecto de igual periodo de 2017, al llegar a 18 mil 843 millones de dólares.

El dirigente de la AMIA reveló que tanto en los aranceles que impuso el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las importaciones de acero y aluminio, como en la investigación que apenas se inició bajo la llamada sección 232 para determinar si la importación de automóviles atenta contra su seguridad nacional, hay asociaciones automotrices de ese país que se preparan para presentar argumentos contra ambas medidas en las audiencias oficiales que se realicen al respecto. También analizan si un juez debe intervenir en la pesquisa sobre las importaciones de automóviles, pues Solís dijo que el gobierno estadunidense está extralimitándose al usar la sección 232.

No podemos quedarnos cruzados de brazos ante una clara investigación para imponer barreras al comercio pura y llanamente. No hay justificación, advirtió el presidente de la AMIA. No obstante, agregó que se trata de una amenaza latente que Trump llegue a imponer un impuesto de 25 por ciento a la importación de vehículos fabricados en México, dado que pueden transcurrir hasta 360 días para que se sepa qué ocurrirá, porque la indagatoria puede durar hasta 270 días para concluir y luego el presidente Trump puede tomarse hasta 90 para decidir si impone o no la medida.

La clave, dijo, está en la palabra hasta, porque pueden hacer algo rápido con tal de dar un arma a quien lo decidiría, que es el presidente de Estados Unidos, así que pueden ser 10 días, 50 o 20.

No me gusta especular qué pasará, porque todavía no estamos ahí, respondió Solís ante la insistencia de reporteros de cómo resultaría afectada la industria automotriz mexicana y sus inversiones en caso de que se aplique dicho arancel. Sólo en el caso de los aranceles para acero y aluminio, recordó, la investigación se llevó casi un año.

Reunión con candidatos a la Presidencia

Por otro lado, Solís anunció que la AMIA y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Autos buscan reunirse con los tres principales candidatos la Presidencia de la República, a quienes exhortó a no prometer regularizar la importación de autos chatarra a cambio de votos. Es fundamental, dijo, que el diálogo que la industria automotriz ha mantenido con el gobierno actual también se dé con el próximo y la agenda del sector debe ser conocida por los abanderados.

Esa agenda, apuntó, está basada en cuatro pilares: fortalecimiento del mercado interno; asegurar un ambiente de negocios apropiado que involucre normatividad adecuada y seguridad pública; acceso al mercado externo, porque 83 por ciento de la producción automotriz de México se exporta, y asegurar la escala de la cadena de valor con políticas públicas que aseguren la inversión y el desarrollo del sector.

El dirigente censuró la vandalización de vehículos de seis compañías afectadas por robos y ataques a ferrocarriles, en los cuales son trasladados principalmente en los tramos que van hacia Veracruz.