El Munal abrirá exposición sobre el universo extraño y fascinante de un referente de la cultura en el país
Jueves 14 de junio de 2018, p. a12
Un universo inédito, inesperado, extraño y fascinante se ofrece con la exposición Nahui Olin: la mirada infinita, que reúne más de 250 obras entre pinturas, impresos, dibujos, caricaturas y fotografías.
Del 15 de junio al 9 de septiembre, la muestra se podrá admirar en el Museo Nacional de Arte (Munal), a 40 años de la muerte de una de las artistas más apasionadas y versátiles de la escena cultural en México durante los años 20 del siglo pasado: María del Carmen Mondragón Valseca (1893-1978), mejor conocida como Nahui Olin.
Para Tomás Zurián, creador del concepto original de la exhibición, acercarse a Nahui Olin, después de tantos años de olvido, implica penetrar en un amplio espectro crítico que permite admirarla, ponderarla, venerarla y cuestionarla; todo cabe en el ilimitado universo de esta singular mujer que arribó a este planeta para agitar sus valores éticos y estéticos.
‘‘Nahui Olin vino a este mundo para perturbar conciencias anacrónicas y dinamitar viejos paradigmas, con su expansivo espíritu libertario contribuyó a la reafirmación de la imagen de la mujer nueva, una mujer para el presente y para el porvenir, plena de la libertad en los destinos de su cuerpo y de su incontenible ascenso en los procesos culturales de México”, sostuvo Zurián.
Rebelde e incómoda
Con la adaptación curatorial de Mariano Meza, la muestra reúne obras nacionales de la artista y de sus contemporáneos como Gerardo Murillo Dr. Atl, Jean Charlot, Alfredo Ramos Martínez, Antonio Garduño y Edward Weston.
Las salas de la planta baja del Munal albergan las obras de Nahui, pintora interesada en los problemas de la percepción visual de su época y cuya belleza cautivó e inspiró a otros artistas, quienes la pintaron, la fotografiaron y la mostraron de diversas formas.
Además de mostrarse fotos y pinturas donde resaltan los enormes ojos verdes de Nahui, la exposición se adentra en su obra, en su visión del mundo y en su irrefrenable búsqueda de una plataforma artística. En palabras del coordinador de curaduría del recinto, Víctor Mantilla, las fotografías ‘‘muestran a una mujer con un gesto melancólico y al mismo tiempo a quien era capaz de desnudarse frente a una cámara, de posar y sentirse dueña de su cuerpo y de su expresividad”.
Mantilla calificó de falsa la leyenda de que Nahui se volvió loca, pues dijo que toda su vida dio clases, pero fue una mujer solitaria, rebelde; su discurso y trabajo eran incómodon en ese momento.
‘‘Nahui era una mujer que hablaba explícitamente de sus amantes y hacía patente su sexualidad. Ella estaba enfrentándose todo el tiempo a la posibilidad de ser una persona solitaria, melancólica, reflexiva y con un discurso que es necesario apreciar ahora.”
Olin fue muy conocida por sus retratos, reflejos de una belleza notable, de la que no podían escapar los ojos. Las imágenes la muestran, por un lado, entregada a la voluntad del artista, posando según la norma y, por otro, dedicada activamente a posar asumiéndose como parte esencial de la obra.
Los núcleos son Carmen Mondragón y la síntesis plástica; Nahui Olin: la ciencia como utopía moderna; La utilización del cuerpo y la desnudez como vehículos de creación y manifestación, y La materialización del recuerdo.
La exposición se inicia con las obras que pintó María del Carmen Mondragón Valseca en San Sebastián, en las que plasmó sus inclinaciones pictóricas surgidas en excursiones al campo y no en aulas de academia.
En uno de los apartados de la muestra el trabajo de Nahui dialoga con las obras del Dr. Atl, pues en él encontró un estímulo para desarrollar sus ideas, durante esta etapa, la artista publicó su libro de poemas y prosas Óptica cerebral, donde hace uso de terminología científica para especular en torno al Cosmos.
Las obras que articulan la exposición provienen del acervo del Munal, así como de instituciones museísticas y colecciones privadas, entre ellas la de los museo de Arte Moderno, el Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, el Casa Diego Rivera de Guanajuato y el del Estanquillo, el Banco Nacional de México; las colecciones de Tomás Zurián, Andrés Blaistein y Pérez Simón, entre otras.
Naui Olin: la mirada infinita, montada en el Munal, concluirá el 9 de septiembre en el Munal (Tacuba 8, Centro Histórico).