El flujo de la inversión en México ha disminuido no sólo a causa del estancamiento de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y del proceso electoral para renovar la presidencia de México, sino también por los niveles de inseguridad que vive el país, reconoció el Consejo Coordinador Empresarial (CCE)

Aunque no hay cifras concretas, Juan Pablo Castañón, líder del organismo cúpula indicó que si bien las inversiones siguen fluyendo, el ritmo ha sido menor debido a la incertidumbre causada por las elecciones y la negociación con Estados Unidos y Canadá, pero la falta de seguridad en el país también ha detenido algunos proyectos.

Por su parte, Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), sostuvo que el problema de la inseguridad ha pasado de ser una epidemia a ser una pandemia, pues todos los rincones del país sufren de esta problemática, por lo que buscan delinear con las autoridades un plan de choque.

Recordó que el problema se ha agudizado y muestra de ello es el incremento de 71.2 por ciento en el asalto a trenes en lo que va del año o bien el cierre de operaciones de empresas como Lala en Tamaulipas, así como Pepsico y Femsa en Guerrero debido al hostigamiento de grupos criminales.

Ante la preocupación que genera en el sector privado, De Hoyos Wlather dijo que las empresas que han sido atacadas se reunieron el martes con funcionarios de la Secretaría de Gobernación, la Policía Federal y la Procuraduría General de la República para delinear un plan de choque emergente que atienda ciertos casos particulares, pero también la situación en general.

No hay medida más extrema que cerrar operaciones, incluso en algunos casos se llega a liquidar a los trabajadores y a desmontar la maquinaria y equipo para trasladarla a otro lugares. Desafortunadamente está ocurriendo, sostuvo.

De Hoyos Walther llamó a los gobernadores y a las autoridades municipales a no sacarle al cumplimiento de sus responsabilidades en la materia, pues la complacencia se convierte en complicidad, pues algunas entidades están dejando en manos de las fuerzas federales el problema, lo cual es absolutamente inaceptable.

Comentó que si los gobernadores no quieren dar la lucha a la inseguridad que dejen el puesto, pues se requiere un compromiso inmediato. No podemos aceptar que los gobernadores de forma sumisa, complaciente, entreguen la plaza y dejen toda la tarea al gobierno federal, que por cierto tiene que mejorar mucho su actuación, indicó.