El actor, director y dramaturgo César Enríquez se transformó en prostituta transexual en La prietty guoman para manifestar su postura ante la intolerancia, discriminación y transfobia que viven las personas en lucha por su derecho a ser diferentes.

Luego de dos años de presentaciones en México y en el extranjero, la obra ha roto muchas barreras en el teatro nacional, incluso en mí mismo. Cuando escribí este texto jamás pensé que tendría la relevancia que ha logrado porque lo plasmé desde un dolor muy personal, que surge de la discriminación que todos sufrimos, desde el color de piel hasta por religión.

La prietty guoman tendrá una función este domingo en el Teatro de la Ciudad. En esta divertida comedia, Enríquez canta, actúa, baila y plantea su postura desde la disidencia del cabaret “para reflejarnos en una chica morena, prostituta, disléxica, daltónica, pero valiente en una sociedad inquisidora.

Es un espectáculo que hace frente a esta ola de violencia provocada por la intolerancia; está ambientada con una reelaboración de la música pop de los años 80, una estética tan onírica como bella, y música en vivo de Álvaro Herrera.

El texto de César Enríquez es cáustico, punzante y divertido; busca sacudir al espectador sobre la cotidianidad de hombres, mujeres, de la comunidad trans y todo aquel ser humano que vive en discriminación, cuyos efectos son provocados por la pérdida de derechos y la desigualdad para acceder a ellos, orillando al aislamiento, la violencia e incluso la muerte.

Con esta obra no me interesa moralizar, sino tocar corazón y sacudir al espectador.

La puesta en escena ha participado en diversos festivales nacionales y extranjeros.

En el ciclo Entre lenchas, vestidas y musculocas, La prietty guoman se presentará el domingo a las 18 horas en el recinto de Donceles 36, colonia Centro Histórico.