La Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNBP) informó que existe una base de huellas dactilares de 27 mil cadáveres, registrados en algún momento como no identificados, en los distintos servicios forenses del país.

Uno de los objetivos de esta nueva comisión es cotejar esas huellas con las existentes en otros bancos de datos, como el del Instituto Nacional Electoral (INE), la cancillería o la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y, de esta manera, apoyar la búsqueda de miles de desaparecidos, informó el titular de la CNBP, Roberto Cabrera Alfaro.

Para enfrentar el problema fue aprobada una ley que ordena la creación de un registro y de un andamiaje sobre desaparecidos sin precedente en el mundo.

El registro actual contiene 37 mil 435 no localizados, pero sólo se sabe el nombre y la entidad en donde se denunció cada caso.

Cabrera Alfaro era hasta hace unos meses estratega de la Comisión Nacional de Seguridad y ahora, tras una consulta ciudadana, fue nombrado responsable de coordinar la búsqueda, localización e identificación de personas en un periodo que abarca desde la guerra sucia (años 60 y 70) hasta nuestros días.

Aquí un extracto de la entrevista con La Jornada.

–¿Cómo van a dar cumplimiento a lo que establece la Ley General en materia de desaparición forzada de personas, desaparición cometida por particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda?

–Se han hecho muchísimos esfuerzos a nivel federal y local, por muchísimos años, pero lo que ha faltado es articulación entre cada una de las entidades. Ha habido duplicidad en las acciones y herramientas. La articulación es nuestro principal reto.

–Hoy la lista de no localizados sobrepasa 37 mil nombres, muchos de los cuales no se sabe siquiera la fecha de desaparición. ¿Por dónde va a empezar?

–Primero tenemos que identificar a quiénes tenemos que buscar. Es necesario generar la identidad digital de la persona desaparecida, con nombre, fecha de nacimiento, clave única del registro de población, fotografía, huella dactilar y todos los datos asociados a esa persona.

–¿De dónde obtienen la huella dactilar?

–De diferentes lugares. Ahora ya tenemos más de 13 mil registros con huella dactilar y fotografía de personas que estaban registradas como desaparecidas. Hicimos la petición a diferentes instancias como el INE, la cancillería y la Sedena. La principal limitante es que buscas a un Juan Pérez, pero con ese nombre había más de mil 800 y tú dices: está bien ¿a quién es el que tengo qué buscar?

–¿Cuál es la alternativa?

–Saber quiénes son las personas que tenemos que buscar y por eso es tan importante la identidad digital. Una vez que ya sabes quién es la persona, su huella, su foto, si tiene pasaporte y quiénes son sus padres, la búsqueda la puedes hacer por biométricos, no sólo por el nombre.

–Pero cada entidad tiene su base de datos…

–Estamos creando un sistema único de información tecnológica e informática, para que haya un solo sistema y que las autoridades ingresen el registro y aparezca todo el antecedente y ya no revictimicen a los familiares. De ellos ya tenemos más de 20 mil de los cuales ya tenemos su nombre y su fecha de nacimiento.

–¿Veinte mil personas de las 37 mil que hay en el registro actual?

–Efectivamente.

–¿El objetivo es armar un rompecabezas o construir cimientos?

–En algunos aspectos sí se tienen que embonar piezas o en otras las recabas y se entregas a los responsables del siguiente paso.

–¿Por ejemplo?

–Actualmente tenemos muchísimos cuerpos no identificados en el país, desconocemos su nombre, pero recabamos ciertos datos, uno de ellos es la necrodactilia (huellas dactilares del cadáver). Tenemos miles registrados –no necesariamente significa que los cuerpos estén en los servicios médicos forenses– en algunos estados la mayoría fue ya entregado a sus familiares, y en otras se puede concluir que ya no es un desaparecido, sino un (cadáver) no reclamado, incluso en algunos casos permanecen en los servicios forenses porque los familiares no tienen dinero para los servicios funerarios.

–¿Qué están haciendo ante ello?

–Integramos un grupo de trabajo de identificación humana; uno en la parte genética y otro para las huellas dactilares.

–¿Qué trabajo se hace a nivel central?

–Había 27 mil cuerpos con huellas dactilares que iniciaron como no identificados. Todas esas huellas las recabamos, se las dimos al INE, pero antes hicimos un proceso, porque las huellas que tiene el instituto son civiles y la forma de capturarlas es en forma plana, y las que tenemos nosotros (en Plataforma México) son huellas criminales, rodadas, en un formato más grande, así que no se puede hacer esa comparación, por el tamaño de los formatos.

–¿Qué medidas tomaron ante ese inconveniente?

–Un desarrollo automatizado que homologara los formatos, entonces mandamos (al INE) los 27 mil casos y ellos nos respondieron acerca de muchísimas coincidencias, las cuales ya se entregaron a los estados.

–¿Y también los domicilios de los fallecidos no identificados?

–Yo le doy a los estados los datos para que emitan un dictamen pericial. Les digo tú subiste esta huella y yo tengo esta posible coincidencia que me está dando el INE; tengo también esta fotografía. Tú eres la autoridad facultada y especializada para decirme si (la persona) es o no es.

–En otros países se recurre a un registro único, ¿podrá usted avanzar sin esa herramienta?

–En principio, la búsqueda debe iniciar de manera inmediata, y no a las 48 o las 72 horas. Tenemos que generar mecanismos de prevención y atención a la terrible situación que estamos viviendo.

–¿Cuál es a escala general la ruta para encontrar a la gente?

–Esa tarea debe hacerse entre todos. De otra manera es imposible (…) Tenemos que encontrarlos vivos; nuestra directriz y principal motor es buscarlos siempre con vida.

Por supuesto que debes considerar otros aspectos; cuando recabas información genética no es porque pienses que lo vas a encontrar muerto, pero es un elemento que debes considerar. Por eso es importante recabar toda la información posible y ahí está la importancia de contar con la identidad digital, lo cual te permite no sólo buscar, sino identificar, reportar y atender el tema de las omisiones, de la impunidad.

–¿Cuándo se presentará el programa nacional de búsqueda de personas?

–El 14 de agosto. También se generará, el año que entra, el Registro Nacional de Personas De-saparecidas.