Sábado 16 de junio de 2018, p. a11
Quehuaya, Bolivia
En las faldas de cerros que bordean el lago Titicaca, en los Andes bolivianos, hay unas 300 chullpas o torres funerarias preincaicas, derruidas por el paso del tiempo o por saqueos, que han comenzado a ser redificadas por los lugareños.
Las chullpas son torres de piedra y barro edificadas durante los señoríos aymaras, entre los años mil y mil 400, tras la debacle de la cultura de Tiwanaku y en la antesala de la conquista por el imperio incaico.
Los cuerpos eran colocados junto a piezas de cerámica, como vasos y platos, y objetos de oro y plata.
El director de la Unidad Nacional de Arqueología, José Luis Paz, dijo que en el lugar ha existido saqueo, desde la Colonia, de piezas valiosas que los deudos colocaban junto a sus muertos.