Resiente Egipto ausencia de salah
En el ocaso del juego, un cabezazo del defensa José María Giménez le dio el triunfo a los charrúas
Sábado 16 de junio de 2018, p. 3
Ekaterimburgo
Uruguay dio ayer un paso clave hacia los octavos de final del Mundial de futbol de Rusia 2018 con una victoria agónica de 1-0 ante un sólido Egipto, gracias a un cabezazo salvador del defensa José María Giménez en el ocaso del partido cuando el empate parecía sellado en el estadio de esta ciudad.
El central del Atlético de Madrid consiguió al minuto 89 lo que no logró la temible ofensiva celeste liderada por Luis Suárez y Edinson Cavani: vencer al imponente arquero Mohamed Elshenawy y dar a Uruguay su primera victoria en un debut mundialista desde 1970.
Egipto, que no pudo contar con su estrella Mohamed Salah, sigue sin ganar en un Mundial y complica su clasificación. Los Faraones sufrieron su primer revés antes del encuentro: el técnico argentino Héctor Cúper no alineó a Salah, uno de los hombres a seguir en el torneo, ante el riesgo de agravar la lesión que sufrió con el Liverpool en la final de la Liga de Campeones europea, así que el atacante vio el partido desde el banco en su cumpleaños 26.
Pese al golpe, los africanos arrancaron con más atrevimiento del esperado y anularon la circulación de balón que caracteriza al Uruguay de Óscar Tabárez.
Pasados 20 minutos, los sudamericanos solo habían llegado al arco rival con un remate de Cavani desde el frontal del área en el minuto nueve contenido por el arquero Elshenawy y otro desviado de Suárez, algo lento y bien anulado por un imponente Ahmed Fahti.
La dupla estrella celeste reapareció en el 22: el córner, derivado de un buen disparo de Cavani, llegó a Suárez, quien ante el arco vacío no logró dar de lleno al balón y lo mandó al lateral de la red. Demasiado poco para uno de los ataques más letales del Mundial.
Egipto se marchó al entretiempo imponiendo su plan. Como si no acusara impacto anímico por la baja de Salah, pudo cortar el armado de juego uruguayo y hasta llegó varias veces al área rival, aunque sin verdadero peligro.
En los primeros compases del segundo tiempo la conexión de Cavani con Suárez acabó con el delantero del Barcelona disparando a quemarropa ante el arquero Elshenawy, que desvió con la rodilla y comenzó a consolidarse como figura de los egipcios.
Uruguay empezó a impacientarse y Tabárez buscó dar nuevo aire a su proyección ofensiva haciendo entrar a Cristian Rodríguez y Carlos Sánchez por Nahitan Nández y Giorgian de Arrascaeta, pero fue Egipto el que se acercó al gol con un disparo de Fahti contenido por Muslera.
Las llegadas de Uruguay se aceleraron al ritmo que crecía la estrella de Elshenawy, que a cinco del final voló para tapar un bombazo de Cavani, y al 88, el propio uruguayo estrelló en el palo un tiro libre.
El encuentro, en el que se esperaba el brillo de Suárez o Salah, parecía premiar como único protagonista al arquero egipcio, pero el héroe de la tarde fue otro: Giménez remató de cabeza a la red cuando el empate parecía sentenciado y dio una merecida victoria a un Uruguay que tendrá que afinar sus mecanismos ofensivos si quiere llegar lejos en Rusia.
Tras el partido, la FIFA emprendió una investigación para determinar el motivo por el que más de 6 mil butacas, alrededor de 20 por ciento de la capacidad del estadio de Ekaterimburgo (33 mil 061), quedaron desocupadas, cuando el total de los boletos fueron vendidos.
Los tres puntos en Ekaterimburgo son clave para las expectativas de Uruguay en Rusia, donde lo esperan Arabia Saudita y la anfitriona, que lidera por diferencia de goles el Grupo A. Egipto y Arabia Saudita completan el sector sin sumar.