Al término de la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) 2018, que se desarrolló esta semana en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, los rectores de más de 500 universidades de Latinoamérica y El Caribe acordaron impulsar y empoderar la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la educación superior, ampliar la participación de los estudiantes en los órganos de gobierno de las universidades y lograr una verdadera democratización de este nivel educativo.

Éstas y otras medidas, que tendrán que ser implantadas en la próxima década por las instituciones educativas, mediante modificaciones a sus normas, son parte de una versión preliminar del plan de acción presentado en la conferencia y que estará listo en 60 días.

Las acciones propuestas por la CRES, en la que participaron los rectores de universidades mexicanas como la Nacional Autónoma de México (UNAM), la Autónoma Metropolitana (UAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), indican que las instituciones de educación superior deberán asumir una abierta y clara oposición a la mercantilización de la educación, reafirmando la responsabilidad de los Estados en la regulación y aseguramiento de su calidad.

Las medidas presentadas apuntan también a la integración de la educación superior latinoamericana y caribeña. Se plantea, por ejemplo, que las universidades han de promover la articulación de los sistemas de aseguramiento de la calidad a nivel regional superando las barreras que imponen los actuales esquemas nacionales.

Las instituciones de educación superior deberán trabajar para homologar y reconocer estudios y títulos, y ofrecer dobles y triples titulaciones entre universidades de la región, además de avanzar en la creación de un sistema de reconocimiento de trayectorias escolares a escala regional.

En el plan de acción se contempla la construcción de una agenda regional de ciencia y tecnología para la superación de las brechas existentes entre los países en estos ámbitos, así como la creación de un organismo regional de fomento, financiación y promoción de proyectos de investigación relacionados con problemáticas fundamentales y comunes.

Otras de las medidas que se proyecta tomar son empoderar e impulsar la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida de las instituciones de educación superior; promover condiciones para ampliar la participación de los estudiantes en las instituciones y en sus órganos de gobierno para garantizar el pleno ejercicio de sus derechos; reivindicar la necesaria transformación de las funciones de las instituciones de educación superior desde una visión de responsabilidad social, y articular los actuales sistemas de educación a distancia para la cooperación y educación regional.

El plan definitivo estará listo en unos meses y las universidades deberán comenzar a cumplirlo en enero de 2019. Sus puntos deberán ser concretados hacia 2028, cuando se celebrará la próxima CRES.