Caracas

Diecisiete muertos, entre ellos ocho menores de edad, dejó la madrugada de ayer una estampida en un club nocturno del oeste de la capital, provocada cuando alguien arrojó una bomba de gas lacrimógeno durante una pelea en una fiesta, confirmó el ministro del Interior de Venezuela, Néstor Reverol.

El incidente ocurrió en el bar Los Cotorros, ubicado en el conjunto residencial de clase media El Paraíso, donde cientos de personas, muchos de ellos estudiantes, se reunieron para una fiesta previa a su graduación. En medio de la celebración se suscitó una riña y durante el caos uno de los asistentes detonó la bomba, lo que desató una estampida de más de 500 personas, explicó Reverol.

El ministro informó que hay siete detenidos, entre ellos dos menores, uno de los cuales es el presunto responsable de activar el artefacto.

La encargada del establecimiento fue arrestada por incumplir las medidas que se deben adoptar para evitar el ingreso de armas de fuego y municiones a lugares públicos, agregó.

Un testigo y padre de uno de los sobrevivientes dijo que las puertas del local fueron cerradas, lo que impidió la salida de los asistentes.

Resultaron heridas cinco personas, entre ellas un menor que se encuentra en condición grave. Al lugar acudieron familiares de las víctimas, quienes con rostros angustiados y los ojos enrojecidos por el llanto se consolaban unos a otros mientras esperaban información de las autoridades, las cuales trataban de identificar a los fallecidos.

La mayoría, comunicaron autoridades, murieron por asfixia y politraumatismos.