Sin mayores sorpresas transcurrió el tercer y último debate de los siete candidatos a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Al igual que en el primero se presentaron propuesta aisladas, imperaron las descalificaciones, en particular hacia la representante de la coalición Juntos Haremos Historia, Claudia Sheinbaum, y las menciones reiteradas del caso Rébsamen, fotomultas, tenencia, corrupción y la compra del voto en favor de la perredista Alejandra Barrales.

Desde su primera intervención, Sheinbaum se lanzó contra su adversaria de Por la Ciudad de México al Frente, Alejandra Barrales, al decir que es la representante de un gobierno fallido: nos falló en seguridad, en servicios públicos, en el servicio del Metro y en realidad eso es producto de la corrupción, y de haber hecho del gobierno un negocio privado.

Ante la insistencia de la perredista sobre los actos de corrupción que Sheinbaum habría cometido como secretaria de Medio Ambiente con los segundos pisos, y como delegada de Tlalpan, la aludida le espetó: Si hay alguien acusada de corrupción es solamente una que tiene ingresos que no coinciden con sus egresos; aquí no hay simulación.

Y le remarcó que el servicio público no es para tener departamentos en Miami ni casas en las Lomas y en Acapulco, sino para servir al pueblo, y eso es lo que vamos a hacer a partir del 5 de diciembre, porque vamos a ganar la elección el primero de julio.

Como científica que es, Sheinbaum respaldó sus señalamientos sobre los actos de corrupción del gobierno que encabezó Miguel Ángel Mancera con números: La compra en 2015 de 158 mil lámparas por 2 mil 600 millones de pesos; esto es, 16 mil 456 pesos por lámpara, cuyo valor en el mercado es de 11 mil 500 pesos; 154 camiones de basura comprados a 2.5 millones cada uno, cuando su valor comercial es de 1.5 millones, así como la adquisición de 148 autobuses para el sistema M1, con un sobreprecio de 16.5 por ciento, y 10 mil chalecos, después del sismo del 19 de septiembre, al doble de su valor, al pagarlos a 570 pesos cada uno.

Vino la defensa de la perredista. Lo que no le dices, Claudia, a la gente, es que lo que ustedes tienen contra el gobierno del doctor Mancera es coraje y venganza porque no aceptó tapar las corruptelas de la línea 12 del Metro de los que están contigo. Y lo que más les hizo enojar a la gente de Morena es que Mancera no estuvo dispuesto a mantenerlos, porque no aceptó quitarle el diezmo a los trabajadores, como hacen con Delfina (Gómez) en el estado de México.

Tras acusarla de simular ir contra la corrupción, Barrales dijo que algunos de los integrantes de la campaña de la morenista están involucrados en actos de corrupción. Los de la línea 12, (René) Bejarano, de los videoescándalos; Marcelo Ebrard, (Francisco) Chíguil, del News Divine; tu nueva y reciente adquisición, Layda Sansores. Esta es tu verdadera cara ante la corrupción, le increpó.

Al igual que lo hizo con Mikel Arriola en el segundo debate, ahora la representante de la coalición Por la CDMX al Frente, retó ahora a su homóloga de Morena a que le pruebe un solo acto de corrupción.

Te lo digo públicamente, renuncio a mi candidatura, pero si no lo pruebas, entonces renuncia tú para que digas la verdad y no vengas aquí a mentirle a la gente, desafió.

Sheinbaum se limitó a responder: La historia de corrupción es de Alejandra Barrales.

Mikel Arriola acusó a Alfonso Suárez del Real, coordinador de campaña de Sheinbaum, de recibir recursos de una red de trata de mujeres cuando fungía como servidor público en la delegación Cuauhtémoc. Que se investigue la denuncia, interpeló la morenista.

La pevemista Mariana Boy presumió ser la única que tiene una trayectoria limpia. Si me buscan algo, no me van a encontrar nada, garantizó.

En otro momento, Sheinbaum corrigió al aspirante del PRI que este año no se conmemora el 50 aniversario de los Juegos Olímpicos, sino de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco.

Más tarde, Arriola tildó de palero a Marco Rascón, del Partido Humanista, que auguró el triunfo de Sheinbaum, a quien le espetó que podrá ser muy científica, pero fuiste un desastre gobernando, e insistió en que está a 10 puntos de alcanzarla. No te sientas tan segura, Sheinbaum, te voy a alcanzar en las próximas dos semanas.

En tanto, Barrales mostró una encuesta que la ubica con una distancia de 0.7 por ciento. Seguramente la hizo Pinocho y asociados, ha de ser del mismo publicista del libro de su candidato a la presidencia (Ricardo Anaya), soltó Sheinbaum.

La perredista argumentó: Lo que estás haciendo es justificar tu derrota, porque no vas a poder explicarle a tu jefe, que aún viniendo a sacarte a pasear dos veces a la semana, tomándote de la mano, no vas a tener manera de explicarle que perdiste la ciudad. No estés nerviosa, no pasa nada, en esta ciudad hay que respetar la inteligencia de la gente.

El aspirante del PRI enumeró sus propuestas, entre las cuales destacó que a partir de su gobierno no habrá más tenencia y la verificación será gratuita y digital. Ya basta de que se abuse del ciudadano para financiar negocios privados, apuntó, y anunció que creará la secretaría de la familia.

Para cerrar aseguró que en sus primeros 100 días hará lo que en 20 años no hicieron el PRD y Morena, y convocó a los militantes de todos los partidos y a los indecisos a votar por él, porque soy el único que le puede ganar a Morena y a Claudia Sheinbaum.

Barrales y Sheinbaum pidieron a los ciudadanos votar libremente, pero antes comparar las propuestas y la trayectoria de cada aspirante.

Purificación Carpinteyro, de Nueva Alianza, abrió y cerró el debate con el reclamo a los órganos electorales y a los medios de comunicación por no garantizarle su derecho a la difusión de su campaña con equidad.

La pevemista Mariana Boy hizo una pausa en sus propuestas para lanzarse contra Arriola, a quien llamó incongruente, pues incumplió con el programa de vales de medicina cuando dirigió el IMSS, y aprovechó para aclarar que en la Ciudad de México el PRI y el Verde no van en alianza ni en coalición.

La independiente Lorena Osornio invitó a los ciudadanos a tomar el control: “ya no podemos permitir que partidos políticos sigan gobernando nuestra Ciudad de México. Ya hay una nueva opción, una candidata independiente… hagamos historia realmente los ciudadanos”.

En el aire quedó la propuesta que hizo al inicio Barrales a sus contrincantes para alzar la voz y condenar el gobierno del presidente Donald Trump por el trato en Estados Unidos a los menores migrantes. Nadie la secundó.