Washington.

El secretario de Comercio estadunidense, Wilbur Ross, indicó ayer que las tarifas aplicadas al acero y al aluminio importados de México y Canadá podrían retirarse si las conversaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) llevan a un nuevo acuerdo.

Las declaraciones fueron rechazadas ayer mismo por el gobierno mexicano al reiterar que se trata de dos asuntos separados.

En una comparecencia ante el Comité de Finanzas del Senado, Ross declaró que si se concreta el acuerdo desaparecerían los aranceles a metales que Estados Unidos impuso a México y Canadá bajo la sección 232 de la Ley Comercial de 1962.

Nuestro objetivo es tener un TLCAN revitalizado, que ayude a Estados Unidos y, como parte de eso, las (sanciones) 232 desaparecerían, tanto para Canadá como para México, puntualizó.

También indicó que la administración del presidente Donald Trump espera que el proceso de renegociación del TLCAN cobre impulso después de las elecciones presidenciales del primero de julio.

El embajador Robert Lighthizer ha dicho que después de los comicios de México esas pláticas podrían cobrar impulso nuevamente, externó Ross.

Continuó la defensa de los aranceles con el argumento de que son necesarios para resucitar a las industrias de acero y de aluminio.

Dio a conocer que se comenzó una investigación sobre las recientes alzas a los precios del acero para determinar si algunos participantes del mercado aprovechan ilegítimamente la aplicación de los nuevos aranceles.

Si bien legisladores de ambos partidos criticaron duramente al gobierno por la imposición de estos gravámenes con el pretexto de la seguridad nacional –en vista de los perjuicios sufridos por las empresas de sus estados–, así como el inicio de una investigación, fundamentada también en motivos de seguridad nacional, en el sector automotriz.

Simplemente, no veo cómo hacerle daño a todos estos sectores sirve para resguardar nuestra seguridad nacional, cuestionó el senador republicano por Utah, Orrin Hatch.

El gobierno mexicano, por conducto del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, rechazó las declaraciones de Ross que condicionan el retiro de los aranceles a metales al alcance de un nuevo nuevo acuerdo del TLCAN.

Siempre hemos considerado que la negociación del TLCAN no puede estar condicionada a ningún otro elemento externo a la misma, indicó el funcionario.

Entrevistado brevemente al término de la ceremonia en la residencia oficial de Los Pinos, donde participó en el cambio de directiva de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, Guajardo también descartó la posibilidad cercana de un tratado de libre comercio bilateral con China.

Expuso las ventajas de tener el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés) como un primer paso para una vinculación seria con esa región.

Por su parte, la canciller canadiense, Chrystia Freeland señaló que propuso que los países que integran el TLCAN se reúnan cada cinco años para revisar los logros alcanzados dentro del pacto y que México respalda la idea.