La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Instituto Nacional de Migración (INM) confirmaron que los vuelos de mexicanos repatriados desde Estados Unidos a Ciudad de México, permanecen suspendidos desde hace casi un mes por decisión del gobierno vecino.

En declaraciones recientes, el canciller Luis Videgaray reconoció que la interrupción del convenio de deportación de connacionales por vía aérea se debe a que las autoridades estadunidenses han dado prioridad a la repatriación de ciudadanos centroamericanos.

No es una decisión que ataña al gobierno de México, es una decisión que compete al gobierno de Estados Unidos, y lo importante es que se mantienen las instancias de diálogo en esta materia y que las deportaciones o las repatriaciones están ocurriendo conforme a los acuerdos que tenemos, dijo el canciller.

De acuerdo con información del INM, hasta el momento los vuelos no han sido reactivados y los mexicanos que regrersan son recibidos en la frontera. Esta labor se lleva a cabo de manera permanente, según datos de la dependencia.

El INM es un órgano técnico desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, responsable de la política migratoria del país, y el encargado de llevar a cabo el Programa de Repatriación en México.

Por otra parte, en entrevista, Israel Concha, representante de la organización migrante New Comienzos, la cual apoya a personas repatriadas, entre otras, advirtió que el regreso vía terrestre implica riesgos que pueden llegar a ser graves, como abusos por parte del crimen organizado y autoridades.

La interrupción de los vuelos representa para la comunidad migrante una preocupación debido a que por esa vía se reducen los peligros. “Soy deportado y estuve detenido en un centro de detención por dos años (…) No arrivé al aeropuerto de Ciudad de México, llegué a una frontera y fui secuestrado en mi primer día”, relató.

Así, Concha, quien acudía regularmente al aeropuerto capitalino para recibir a los connacionales deportados, expresó que la cancelación temporal del acuerdo, coadyuva a que más personas sean víctimas de la delincuencia organizada en la frontera norte.