Kaliningrado

Xherdan Shaqiri clavó en el último minuto un golazo que le permitió a Suiza remontar el marcador para vencer 2-1 a una atrevida Serbia, resultado que dejó a los suizos a un paso de los octavos de final al tiempo que encendió el Grupo E de Rusia 2018.

Suiza y Brasil lideran el sector con cuatro puntos, seguidos por Serbia con tres y Costa Rica, ya eliminada, que cierra sin unidades. La verdeamarela y los serbios se enfrentarán en un duelo mano a mano por un boleto, mientras a los suizos les alcanzará un empate ante los ticos para concretar su pase a la siguiente fase.

La emoción se vivió desde los primeros instantes, cuando los serbios se adelantaron con un gol tempranero de Aleksandar Mitrovic (5), pero los suizos igualaron con un tanto Granit Xhaka (52), y Xherdan Shaqiri sentenció el triunfo en el tramo final, ambos jugadores con origen albano-kosovar.

Los serbios salieron al césped del estadio de Kaliningrado dispuestos a llevarse el partido y a los cinco minutos ya estaban por delante. Dusan Tadic desbordó por la derecha y envió un centro perfecto para que Mitrovic afinara la puntería con un cabezazo que dejó sin opciones al arquero Yann Sommer.

Con mucho poder en el juego aéreo, Serbia siguió complicando al fondo helvético. El tridente de Tadic, Mitrovic y Milinkovic-Savic era incontenible para su adversario.

A Suiza le costaba generar peligro, pero en una de las pocas maniobras que pudo hilvanar Dzemaili lanzó un potente disparo que fue atajado de manera magistral por el arquero Vladimir Stojkovic.

Cuando más apretaba Serbia, Suiza dio una marcha más a su juego, haciéndose con el control del balón y del juego, ante unos balcánicos cada vez más metidos en su campo.

Suiza se mostró más ofensiva en el complemento y le agregó dramatismo al partido. Serbia dominaba con su juego aéreo, pero sufría cuando Shaqiri encaraba por el sector derecho. Faltaba que alguien acertara frente al arco rival para que el marcador se modificara. Y el que primero acertó fue Xhaka, quien capturó un rebote en el borde del área y clavó un violento remate junto al segundo palo del guardameta Stojkovic.

El festejo de Xhaka fue polémico, ya que entrelazó los dedos pulgares para hacer el símbolo del águila desplegada en la bandera de Albania.

Los aficionados suizos prendieron las gradas de júbilo, había esperanzas de remontar el marcador y seguir en la Copa del Mundo.

El gol cayó como un jarro de agua fría sobre los serbios, al tiempo que sirvió de revulsivo para los suizos, que se adueñaron del partido e insistieron por la victoria.

Aún no se habían repuesto los serbios del tanto en contra cuando Xhaqiri estrelló un balón en la escuadra. Poco después, los balcánicos protestaron por un posible penal sobre Mitrovic, tomado por dos rivales ante un nuevo pase aéreo frente a la zaga helvética.

Los suizos, con mejor juego de conjunto a esa altura, contaron con un remate de Shaqiri que rozó el segundo palo, además de varias acciones que no se concretaron por poco.

Hasta que llegó el cierre, que encontró a Serbia volcada en ataque y a Suiza con un contrataque que resultó letal: Shaqiri corrió casi desde su campo, superó a la zaga y definió con un disparo que pasó entre las piernas del arquero.

El delantero se dejó llevar por la euforia y se quitó su playera para festejar al tiempo que también realizó con las manos el gesto que hace alusión a la bandera de Albania. En las gradas, la locura se desató entre la afición suiza, el gol mantenía vivo el sueño mundialista.