Domingo 24 de junio de 2018, p. a13
El arqueólogo e investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Eduardo Matos Moctezuma expresó que a 40 años del Proyecto del Templo Mayor se sigue excavando en el lugar y continúa proporcionando información que ofrece un nuevo rostro de Tenochtitlán.
En la conferencia Proyecto del Templo Mayor, parte de la serie de charlas que ofrecen los premios Nacionales de Ciencias y Artes, Matos Moctezuma aseguró que todavía salen elementos muy promisorios
de los trabajos de excavación.
En el aula magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes, el especialista recordó el hallazgo del gran tzompantli de México-Tenochtitlán, estructura elaborada de cráneos humanos que corresponde a la sexta etapa constructiva del Templo Mayor (1486-1502).
Habían postes clavados y en el lugar se encontraron más de 350 cráneos que eran colocados en estás varas. Este trabajo está en manos del Programa de Arqueología Urbana, que surgió en 1991.
En su ponencia, el arqueólogo hizo un viaje al pasado de cuatro décadas para compartir con el público lo que se ha encontrado en el Templo Mayor gracias los especialistas y a la tecnología arqueológica.
Matos mencionó que el 21 de febrero de 1978 trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza realizaban excavaciones en las calles de Argentina y Guatemala, en el Centro Histórico de Ciudad de México, pero al encontrar estructuras avisaron al INAH, que envió un equipo de salvamento: un mes después surgió el Proyecto del Templo Mayor.
El arqueólogo recordó que no se sabía exactamente la ubicación del Templo Mayor, lugar de mayor sacralidad, porque después de la Conquista hubo una guerra ideológica para tratar de imponer nuevas formas de pensamiento.
En esa lucha ideológica, para los frailes del siglo XVI todos estos templos y edificios eran obra del demonio, por lo que debían desaparecer; así empezó la destrucción sistemática de la ciudad, pero sobre todo de los espacios sagrados para el mexica.
El arqueólogo informó que pronto se publicará una bibliografía del Templo Mayor, ya que existen más de mil 200 fichas bibliografícas de textos, reseñas, guías, catálogos y videos; además, dijo que en agosto saldrá un número especial de la revista Arqueología para tener una idea más clara de las implicaciones del hallazgo.
Al recordar las investigaciones y hallazgos en el Templo Mayor, Eduardo Matos Moctezuma explicó que entre los primeros descubrimientos están los adoratorios a Tláloc y Huitzilopochtli, de la etapa más antigua (1390 dC), y la localización de urnas funerarias con restos osteológicos, tal vez un personaje de alto rango, y una escultura de Chac Mool.
La plática con el Premio Nacional de Ciencias y Artes fue organizada por el Consejo Consultivo de Ciencias, que dirige Arturo Menchaca.