Kaliningrado

De último minuto y con la ayuda del videoarbitraje (VAR), la selección de España rescató el empate 2-2 con Marruecos para así conseguir su boleto a los octavos de final de la Copa del Mundo 2018, donde se medirá ante el anfitrión, Rusia.

Con este resultado, España sumó cinco puntos para ocupar la cima del Grupo B (por mayor cantidad de goles en favor: seis, por cinco de Portugal). En tanto, Marruecos se quedó con una unidad en el sótano.

Los goles del cuadro africano fueron obra de Khalid Boutaib, al minuto 14, y de Youssef En-Nesyri, al 81, mientras Francisco Alarcón, Isco, al 19, e Iago Aspas, al minuto 92, marcaron por los españoles.

La Roja volvió a sufrir ante una correosa Marruecos, ya eliminada, pero que salió decidida a defender su honor e irse del Mundial con un buen resultado ante España, tras dos derrotas contra Irán y Portugal.

Los africanos jugaron con base en su fortaleza física para llevar el peligro en contrataques rápidos, frente a un rival que se apoderó pronto de la pelota.

Andrés Iniesta e Isco se encargaron de mover el balón, tocando de un lado a otro del campo, pero las ansias por buscar una anotación se tradujeron en imprecisiones. Uno de estos errores, un malentendido entre Iniesta y Sergio Ramos en el centro del campo, propició un robo de Boutaib, quien se plantó solo ante el portero David de Gea para batirlo por abajo, al minuto 14.

El fantasma del partido contra Portugal, en el que España tuvo que remontar en dos ocasiones, empezaba a planear sobre el estadio de Kaliningrado, pero la Roja reaccionó.

Un disparo lejano de Iniesta (17) fue la antesala de una jugada que acabó con un pase atrás de éste desde la línea de fondo para que Isco rematara en boca de gol haciendo la igualada al minuto 19.

La anotación trajo la tranquilidad que tanto necesitaban los españoles, aunque un nuevo descuido en la defensa permitió otra internada tras un saque rápido de banda. Boutaib se volvió a plantar solo ante De Gea, pero esta vez el cancerbero le ganó el mano a mano.

A la vuelta del descanso, España volvió a dar muestras de ansiedad y precipitación por marcar, aunque lograba mantener el balón ante un Marruecos que esperaba atrás para salir al contragolpe.

Un misil de Amrabat a la cruceta de la portería de De Gea (55) puso el corazón en un puño a los aficionados españoles presentes en el estadio de Kaliningrado.

De nuevo, Isco se encargó de contestar con un remate que sacó bajo el travesaño el defensa Ghanem Saiss, quien este lunes ocupó el lugar de Mehdi Benatia.

A medida que pasaban los minutos, Marruecos empezó a acusar su enorme despliegue físico, pero cuando parecía que el partido iba a terminar en empate apareció En-Nesyri para cabecear a las redes ibéricas un saque de esquina, adelantando a Marruecos de nuevo.

La Roja veía cómo se le escapaba el partido, hasta que apareció Aspas para rematar de espuela a la portería marroquí.

El árbitro Ravshan Irmatov señaló fuera de juego, pero la revisión del video validó el tanto, impidiendo la primera derrota española en el Mundial y además le permitió ganar la cima del Grupo B.