Sábado 30 de junio de 2018, p. 12
La prisa de la Procuraduría General de la República (PGR) para emitir el protocolo de investigación para búsqueda de personas desaparecidas, aun sin haberlo consensuado con los familiares de las víctimas, obedece en gran medida a que la institución quiere presentar ese documento en la próxima Conferencia Nacional de Procuración de Justicia (CNPJ) y decir que ya cumplió con la tarea
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Así lo afirmaron integrantes de organizaciones civiles especializadas en el tema, quienes subrayaron que es preferible darse el tiempo suficiente para analizar con calma dicho protocolo, discutirlo con las víctimas y hacerlo comprensible y práctico para cualquier servidor público, pues de lo contrario se volvería un texto sin ninguna utilidad.
Valentina Peralta, coordinadora de la Red Eslabones por los Derechos Humanos, indicó que la PGR está pasando por alto su obligación de coordinarse con otras instituciones gubernamentales y con los familiares de las personas desaparecidas para discutir el protocolo, con tal de no rebasar la fecha fatal
del 15 de julio, cuando quiere presentarlo ante la CNPJ.
Si el encargado de despacho de la PGR insiste en entregar un documento que genera dudas entre las organizaciones civiles, sólo va a generar inoperatividad en la búsqueda de las personas desaparecidas, y para las familias sería una simulación, cuando lo que queremos es construir instrumentos que puedan ser operativos
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La activista enfatizó que es preferible analizar el protocolo de investigación con calma, llegar a un consenso con las familias de las víctimas de desaparición y presentar el documento en la siguiente reunión de la CNPJ, a realizarse en noviembre de este año.
Lucía Díaz Genao, fundadora del colectivo El Solecito de Veracruz, coincidió en que la PGR debe tomar en cuenta las observaciones y exigencias de los grupos de víctimas, en vez de apresurarse a emitir el protocolos el 15 de julio.
Ellos aducen que así son los tiempos, pero no hay ninguna razón válida para sacar de esta forma un protocolo o para negarse a la posibilidad de darle más tiempo
a la discusión, ya que en el texto presentado por la PGR no sólo no se incluyen los puntos de vista de las organizaciones de familiares, sino que además hay imprecisiones y hasta errores gramaticales.
Nadie sabe mejor que nosotros lo que se requiere; todas nuestras observaciones son puntuales y están hechas desde la experiencia.