Cristiano se despide del torneo
La estrella portuguesa nada pudo hacer ante la muralla celeste
Domingo 1º de julio de 2018, p. 4
Sochi
Uruguay despidió a Cristiano Ronaldo de Rusia 2018 al imponerse 2-1 a Portugal y enfrentará a Francia en los cuartos de final. Edison Cavani (7 y 62) se encumbró con dos golazos, mientras el delantero luso vivió entre sombras su último partido en el certamen mundialista.
Un par de horas después de que Lionel Messi quedó fuera del torneo, Cristiano sufrió el mismo golpe. Su talento no fue suficiente para enfrentar a un equipo que después de 12 años bajo el mando de Óscar Tábarez se ha consolidado.
Los sudamericanos fueron finos en la cancha y aunque tienen estrellas no caen en individualidades. La dupla Luis Suárez y Cavani es letal, pero el plantel no depende de ellos, pues cada jugador cumple con precisión su responsabilidad. Sólo Pepe pudo contrarrestar con un tanto al minuto 55.
Un golazo de Cavani sacudió en los primeros minutos a los portugueses. La anotación fue una maravilla y muestra de la conexión entre los artilleros charrúas: Suárez mandó un centro desde el costado izquierdo para que El Matador definiera con un impecable cabezazo.
Una fiesta celeste se vivía en el graderío, apenas comenzaba el duelo y ya tenían la ventaja. Cristiano y Portugal estaban aturdidos; se escribía el guion de un partido que no habían previsto y debían remar en contra desde el inicio.
Con la presión a cuestas, el conjunto lusitano respondió con un juego ofensivo; buscaba acercarse al área del rival, el problema fue que se encontró con un equipo sólido en todas su líneas. Los sudamericanos, más serenos, leyeron la estrategia, se replegaron y controlaron con parsimonia.
Una rechifla celeste resonaba en el estadio cada vez que Cristiano intentaba acercarse al esférico. Al delantero portugués lo incomodaban los uruguayos en las gradas y en la cancha, donde el rival frustraba los pases que le enviaban.
Portugal salió en busca del gol, pero Cristiano estaba apagado y los uruguayos le impedían desplegar su juego; eran más cautelosos y los detenían en los límites del área. Fernando Santos, técnico de los lusitanos, entendía la compleja situación de su escuadra y lanzaba órdenes con la angustia en la mirada.
Los uruguayos no arriesgaban, pero aprovechaban cada oportunidad para generar peligro. Suárez se acercó a las redes con una jugada a balón parado, en un disparo potente que fue atajado por el arquero Rui Patricio.
Sin poder brillar en la cancha, Cristiano tuvo la oportunidad de emparejar los cartones con un tiro libre. Pese al nerviosismo, el ariete se plantó en la cancha con temple firme y disparó; el tiro era potente; sin embargo, la barrera uruguaya lo detuvo. Portugal perdía y su capitán no podía salvarlos.
El respiro llegó para los lusos al inicio del complemento, cuando Pepe conectó el esférico con un remate de testa al minuto 55. El gol despertó la esperanza de los europeos, que festejaban en las gradas, pero no dejaban de rezar por otro tanto que asegurara el pase.
La tranquilidad duró poco, ya que el conjunto uruguayo afiló las armas y con otro disparo de Cavani recuperó la ventaja. Con un vertiginoso ataque, el ariete detonó el festejo de los celestes con un disparo cruzado que tomó por sorpresa a la zaga adversaria y al guardameta.
El Matador celebraba su segundo golazo con la mirada al cielo, mientras Ronaldo, hundido en la confusión, intentó animar a su equipo para que buscara el empate. Los lusitanos acecharon la meta del rival, pero la zaga charrúa resistió.
Una molestia en el gemelo izquierdo diezmó a Cavani y con impotencia pidió su cambio. Ayudado por Cristiano, el charrúa salió agotado del campo y emocionado como el héroe de la gran noche uruguaya.
Ante el asedio de los portugueses y sin uno de sus hombres fuertes en la punta, la encomienda de Uruguay fue defender. El correr del tiempo cayó como plomo sobre la torturada paciencia de Portugal, incapaz de encontrar a Ronaldo para derribar al muro celeste. Pocos defienden mejor que los dirigidos por Tabárez.
El árbitro mexicano César Ramos Palazuelos cumplió al pie de la letra el reglamento sin ser rigorista y sólo amonestó a Cristiano.
El silbatazo final golpeó a CR7, era tiempo de decir adiós al sueño del título mundialista, ese que en Rusia se le ha negado a los que han sido considerado los mejores jugadores en años recientes.