Para la clase política de Washington, pero especialmente para el Congreso –cámaras de Representantes y de Senadores–, es importantísimo que esta elección en México se lleve a cabo de forma democrática y aunque en el Capitolio hay una gran preocupación por lo que ha ocurrido antes, hoy se da por hecho que los números (de las encuestas) hablan por sí mismos; en el Legislativo estadunidense hay preocupación de que pasen cosas que no sean beneficiosas para el proceso electoral y de que se siga circulando información de que el PRI o el PAN se van a robar la elección, señalaron los observadores electorales Florencio Lencho Rendón, presidente de la consultora estratégica LR Global LLC, y coordinador de asesores del legislador texano Solomon Ortiz, y José Borjón, quien ejerce una función homóloga para el congresista Vicente González. Con esas inquietudes, pero también con esperanza de ser testigos de un proceso democrático vivo y vibrante, ambos estadunidenses de origen mexicano se acreditaron ante el Instituto Nacional Electoral para asistir al comicio.

Ante la posibilidad de que México experimente un cambio de rumbo tras la elección presidencial de hoy, Lencho señala: para nosotros, el cambio radical preocupante es el que ha tenido lugar en Estados Unidos con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca; “estamos viviendo un cambio –señala– que preocupa a los mismos anglosajones y a los propios republicanos”, y por lo que respecta a México preferimos tener un vecino estable y con éxito económico.

–¿Con qué gobierno mexicano preferirían sentarse los negociadores estadunidenses del Tratado de Libre Comercio de América del Norte? Con uno conformado por José Antonio Meade, con uno encabezado por Ricardo Anaya o con uno presidido por Andrés Manuel López Obrador?

–Eso no nos toca a nosotros decidirlo porque mañana (hoy) la gente va a elegir. Cuando eso ocurra, nosotros tenemos que aceptar y sentarnos a dialogar con cualquiera de ellos.

–Algunos sectores de la sociedad mexicana tienen la creencia de que el presidente de este país se elige en Washington.

–Definitivamente –admite Rendón– Estados Unidos ha influido mucho en elecciones anteriores, por medio de sus relaciones diplomáticas, sus cámaras de comercio, en fin. Pero creo que hoy en día, aunque quisiera influir, sería imposible, porque la delantera que lleva AMLO no la puede revertir nadie más que el pueblo de México. Si los poderes políticos estadunidenses quisieran influir, ya habrían llevado a su fin la renegociación del TLCAN. No tenemos opción, y creemos sinceramente que esta democracia hay que dejarla trabajar.

Estamos aquí porque queremos asegurarnos de que la elección sea justa, sea limpia y honesta, que la gente pueda elegir a quien ella quiera que sea su próximo presidente; hacemos esto por nuestra cuenta porque tenemos afinidad y conexión con México y vamos a ejercer a fondo nuestra función de observadores electorales, concluye José Borjón.