El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) indicó que se requiere con urgencia desaparecer la corrupción con el fin de incrementar la inversión y, por ende, crear empleos que eleven el nivel de vida de la población y abatan la pobreza y desigualdad.

El organismo advirtió que en México no hay manera de crecer ni de tener confianza para invertir u operar en un ambiente de elevada corrupción como el que predomina.

El Ceesp instó al nuevo presidente a atender con eficiencia la salud de las finanzas públicas del país, que mucho han tenido que ver con la imposibilidad de reducir la desigualdad, pues recordó que la deuda total del país tuvo un aumento de 83 por ciento durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, para llegar a los 5 billones de pesos.

La mayor exigencia de la población se centra en la necesidad de un ambiente de seguridad libre de corrupción e impunidad, ya que esto ha llevado al país a registrar niveles de violencia históricamente altos. Datos del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que en lo que va del sexenio se reportan 107 mil 858 homicidios dolosos, 18.3 por ciento más que en igual lapso del sexenio anterior, ponderó.

El costo por la inseguridad, indicó, oscila entre 1.1 por ciento del producto interno bruto (PIB) de acuerdo con cifras oficiales hasta 21 por ciento, según el Índice de Paz México 2018, que elabora el Institute for Economics & Peace.

En lugar del tradicional análisis económico que emite cada fin de semana, el organismo del sector privado dirigió una carta a quien será el nuevo presidente de México, pero sin identificarlo por su nombre porque el documento fue elaborado antes de que se conociera al probable ganador de la contienda e incluso previamente a las elecciones.

En dos cuartillas y media, el Ceesp recordó al próximo titular del Ejecutivo federal los principales problemas que enfrentará.

“Finalmente la población decidió que usted sea el Presidente de México durante los próximos seis años. Suponemos que bien conoce las condiciones en las que recibe al país, aunque no está por demás recordarle algunos aspectos a los que deberá darle atención especial.

Debe tener en consideración que la población espera una respuesta a sus históricas demandas, como un país más desarrollado con mejores niveles de bienestar y, por ende, con menor pobreza, un país seguro, libre de corrupción e impunidad y con claras reglas del juego que estimulen la inversión y el empleo, puntualizó.

Es evidente, señaló, que el entorno que recibe como nuevo Presidente de México no es sencillo y la población requiere respuestas reales porque el país no puede seguir sumido en un ambiente de incertidumbre y temor que limita el desarrollo de los agentes económicos.

El Ceesp criticó que la contienda electoral se haya caracterizado por un ambiente de descalificaciones y agresiones, al tiempo que condenó el entorno considerablemente violento en el que perdieron la vida 133 precandidatos y aspirantes a puestos de elección popular.

Remarcó que no es suficiente el crecimiento de 2.5 por ciento anual que ha registrado la economía mexicana durante los pasados 24 años, por lo que debe incrementarse la inversión. La de tipo público, dijo, se encuentra en su nivel más bajo en 70 años, como porcentaje del PIB, por lo que debe incrementarse para poder crear el millón de empleos que se requieren en el país cada año.

Si bien dijo que existen más de 11 millones de puestos de trabajo formales de tiempo completo, advirtió que la falta de fuentes de empleo incide negativamente en el nivel salarial, pues 64 por ciento de la población ocupada sólo percibe hasta tres salarios mínimos.

En 2016, el Coneval ya contabilizaba 53.4 millones de mexicanos en situación de pobreza, pero el Ceesp consideró que el número pudo haberse incrementado el año pasado porque el poder adquisitivo de las familias disminuyó con el repunte de la inflación.