Berlín

Tras una dramática jornada que tuvo en vilo al país, el ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, ofreció ayer su renuncia a la cartera y a la presidencia de la Unión Cristiano Social (CSU), la hermana bávara de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller federal, Angela Merkel, pero más tarde condicionó la decisión a que la jefa de Estado haga concesiones en el conflicto sobre cómo frenar la llegada de migrantes.

Según supo Dpa de participantes en una reunión de la dirigencia de la Unión Social Cristiana (CSU) de Seehofer en Múnich, la rama bávara quiere reunirse este lunes con sus pares democristianos, tras lo cual tomaría una decisión sobre si se mantiene o no en ambos cargos.

Puse a disposición mi renuncia a los dos puestos y lo llevaré a cabo en los próximos tres días, confirmó Seehofer poco más tarde.

Agregó que espera celebrar una charla con la CDU con la esperanza de llegar a un acuerdo.

Queremos llegar a un acuerdo en este asunto central (migrantes), por el bien de este país y por la capacidad de actuar de nuestra coalición de gobierno, la cual buscamos mantener, destacó.

Con la mira puesta en los comicios regionales de octubre, en los que la CSU corre el riesgo de perder mayoría absoluta, Seehofer –quien preside la CSU desde 2008–, se empeñó en ordenar máximos controles en la frontera para rechazar a los solicitantes de asilo que ya hubiesen sido registrados en otros países europeos.

Merkel se negó alegando que Alemania no puede tomar medidas unilaterales que perjudiquen a los vecinos europeos.

La canciller federal volvió el viernes de Bruselas con acuerdos de la Unión Europea de reforzar las fronteras externas del bloque y algunos pactos bilaterales para agilizar la devolución de solicitantes de asilo.