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Negocios y empresas

Impulso a la movilidad social

E

l triunfo indiscutible de Andrés Manuel López Obrador abre una puerta a la movilidad social en México, la cual permaneció estancada en los pasados 40 años. Mientras entre las décadas de 1930 y 1970 del siglo pasado una parte creciente de la población mexicana pasó a formar parte de la clase media, a partir de los 80 el ascenso social se estancó, y más de 50 millones de pobres no tuvieron acceso a una mejora sustancial en su nivel de vida.

A diferencia de México, en los países desarrollados se reinició con fuerza el crecimiento económico y la movilidad social después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, hay que señalar que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, desde principios de este siglo las personas tienen menos probabilidades que sus padres de ascender en la escalera de ingresos, problema que debilita la confianza en los países ricos.

Ahora, en México, se presenta una nueva oportunidad para avanzar, para que la gente de menores recursos supere su situación de miseria, por otra en la que tenga acceso a mayores oportunidades en educación, cultura, ingresos y consumo.

El camino a seguir del nuevo gobierno todavía no está del todo claro. ¿Debemos abrir más o proteger nuestra economía?, ¿debemos centrarnos en la autosuficiencia alimentaria o impulsar la exportación agropecuaria?, ¿debemos centrarnos en el desarrollo industrial o saltar a los servicios y a las nuevas tecnologías?, ¿debemos distribuir la riqueza ya existente o generar condiciones para producir más riqueza?

En el camino a seguir, tanto López Obrador como su jefe de gabinete, Alfonso Romo, cambiarán los paradigmas en materia económica y social. Este equipo prepara cambios radicales en los criterios a seguir para alcanzar un mayor nivel de desarrollo y reducir la pobreza.

El cambio genera esperanza, pero los ciudadanos esperan que el nuevo gobierno no se olvide de aclarar temas pendientes y muy lastimosos, como los de Odebrecht o la estafa maestra de la Sedesol, donde hubo un desfalco por 7 mil 670 millones de pesos.

Al aclarar estos robos en despoblado el nuevo gobierno ganará credibilidad en su lucha contra la corrupción y la impunidad, elementos necesarios para reiniciar el desarrollo de nuestro país.