Miércoles 4 de julio de 2018, p. 22
Las llamadas cadenas mundiales de suministro
pueden generar o exacerbar riesgos y vulnerabilidades
para los consumidores, advirtió la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (Unctad). Con la globalización, cada producto, desde un juguete hasta un automóvil, se fabrica con piezas de distintos países, cuyas normas son distintas.
Los riesgos de seguridad de los productos de consumo en un mundo globalizado y digitalizado ejercen presión sobre los marcos nacionales vigentes
, advirtió el organismo en un análisis sobre la inocuidad de los productos de consumo a escala internacional.
La industria automotriz, destacó, representa un clásico ejemplo de la problemática mundial de seguridad de sus productos, porque los fabricantes utilizan piezas de orígenes distintos.
Actualmente no es raro encontrar titulares sobre los problemas globales de seguridad en automóviles. Casi todos los fabricantes de vehículos han sido objeto de investigaciones sobre la seguridad de sus productos, en ocasiones con motivo de muertes de los consumidores, como el caso de los fallecimientos relacionados con el Tsuru fabricado por Nissan en México
, indicó la organización.
Un caso
Refirió que Consumers International dijo que el Tsuru provocó más de 4 mil muertes en México entre 2007 y 2012, y recibió un cero de calificación en las pruebas de seguridad realizadas por Latina Car Assessmente Programme, hasta que finalmente Nissan dejó de producir dicha unidad en mayo de 2017, luego de la presión de organizaciones de consumidores.
Otro caso de la industria automotriz fue el de Toyota, que en febrero de 2010 tuvo que llevar a cabo una operación mundial de recuperación de automóviles por problemas de bloqueo en el pedal de aceleración, lo que afectó la cadena mundial de suministro del fabricante, porque se suspendieron las ventas en varias regiones del mundo y los planes de producción fueron cancelados.
Consideró que los riesgos de inseguridad se elevan con la expansión de la economía digital, ya que cuando los consumidores hacen compras en línea no tienen acceso al etiquetado de los productos ni a las advertencias sobre seguridad, y los fabricantes no pueden recuperar productos defectuosos por la multiplicación de las ventas transfronterizas.