Berlín

Horas después de anunciar un pacto migratorio que conjuró una crisis dentro de su partido, la canciller federal alemana, Angela Merkel, enfrentó este martes los reparos de su socio menor de coalición, el Partido Socialdemócrata (SPD) y del gobierno de Austria, directamente implicada en el acuerdo.

El SPD ha puesto condiciones al compromiso que alcanzó Merkel con su aliado y ministro del Interior, Horst Seehofer, para crear centros de tránsito cerrados para migrantes en la frontera entre Alemania y Austria.

No queremos familias de refugiados detrás de rejas vigiladas, se apresuró a tuitear Ralf Stegner, líder socialdemócrata de la región norteña de Schleswig-Holstein.

La misma opinión manifestaron el secretario general del SPD, Lars Klingbeil, y la vicepresidenta del partido, Malu Dreyer, quienes se mostraron críticos hacia estos edificios en los que está previsto que los solicitantes de asilo permanezcan retenidos mientras se decide su futuro o se cursa su expulsión de Alemania a otro país de la Unión Europea (UE), donde se habrían registrado con anterioridad.

Otras voces socialdemócratas apuntaron que el acuerdo sellado entre los dos partidos que integran el bloque conservador, la Unión Cristianodemócrata (CDU), de Merkel, y su rama bávara CSU, es demasiado vago todavía.

Los partidos de oposición recordaron que los socialdemócratas rechazaron en 2015 la puesta en funcionamiento de este tipo de centros, cuando en plena crisis migratoria Alemania recibió a cerca de un millón de refugiados.

Dreyer recalcó que desde entonces la postura de su formación no ha cambiado y que de ninguna manera eso es factible con el SPD.

Una reunión celebrada ayer en Berlín entre los tres partidos (CDU, CSU y SPD) que conforman el gobierno alemán para valorar el acuerdo migratorio terminó sin resultados, por lo que Merkel y sus aliados se encontrarán el próximo jueves. Todo está siguiendo su curso, pero necesitamos un poco de tiempo, declaró el vicecanciller y ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz.

Merkel y Seehofer lograron a última hora del lunes la creación de centros de tránsito en las fronteras entre Alemania y Austria.

No sabemos qué es exactamente lo que planea Alemania, dijo el canciller austriaco, Sebastian Kurz, pero puedo decir que definitivamente no estamos dispuestos a alcanzar ningún acuerdo que perjudique a Austria. La simpatía de base por el nuevo curso migratorio alemán tiene sus límites, añadió.

Mientras, el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, respondió positivamente al plan, que todavía necesita el respaldo de los estados miembros de la UE para avanzar.