Bondy

El joven delantero francés Kylian Mbappé brilla en Rusia 2018 con su velocidad y sus goles, y aunque ha sido comparado con Pelé, prefiere manejar un perfil bajo, con humildad, y sin olvidar que su talento se gestó en las cancha de un barrio marginado.

Pese a la fama que ha adquirido al ser considerado el jugador que romperá el duopolio que por años mantuvieron Lionel Messi y Cristiano Ronaldo como los mejores jugadores del mundo, el ariete francés mantiene cercanía con su localidad natal Bondy, ubicada en los suburbios al noreste de París, al tiempo que es discreto con las donaciones que aporta.

En Bondy existe un orgullo inmenso por sus hazañas, pero no una gran sorpresa, ya que siempre supieron que Mbappé lograría cosas grandes.

Kylian estaba por delante de todos, recuerda Jean-Marc Goue, un amigo del hermano mayor del jugador y profesor de educación especial en un barrio que tiene una gran población de migrantes del centro y norte de África.

A los cinco años, solía escuchar a su padre (un entrenador del AS Bondy) hablando en los vestuarios y su habitación estaba llena de imágenes de Zidane y Ronaldo, dijo Goue.

Pero el joven futbolista, que se unió al AS Monaco cuando tenía 14 años, nunca perdió contacto con sus raíces o dejó que el éxito se le subiera a la cabeza, incluso después de ser transferido al Paris Saint-Germain en 2018 por 145 millones de euros (unos 170 millones de dólares).

En esto fueron clave su padre, originario de Camerún, y su madre, una jugadora de balonmano de Argelia, quienes se instalaron en una comunidad que se encuentra entre dos carreteras ubicadas en medio de varios proyectos habitacionales deteriorados. En Francia, el lugar a menudo es conocido despectivamente como el 93, por el número del barrio periférico en el que se ubica.

Si bien ha realizado donaciones, lo hace con sigilo. La prensa francesa aseguró que el delantero renunció a sus premios en el Mundial y entregó el dinero a organizaciones de beneficencia.

Es bastante fácil que la fama y el dinero se te suban a la cabeza, pero Kylian es diferente, dijo Goue. Él sabe de dónde viene gracias a su familia. Él es una fuente de orgullo para los niños en Bondy, un modelo a seguir, agregó.

Mbappé ayudó a financiar un viaje a Rusia para un grupo de estudiantes de una escuela local. Durante su estadía de 10 días, los 25 adolescentes visitaron Moscú y asistieron a los partidos Marruecos-Portugal y Francia-Dinamarca.

Para Nassyn, un niño de 13 años que fue parte de ese viaje, Mbappé es la prueba de que todo es posible, a pesar de venir de un suburbio que a menudo es estigmatizado debido a su gran población migrante y su alto nivel de desempleo.

El hecho de que venga del 93, que a menudo es retratado negativamente por los medios, simplemente nos pone aún más orgullosos, sostuvo Mickael Ichkhanian, ex jardinero del estadio Leo Lagrande, donde Mbappé debutó.