Martes 10 de julio de 2018, p. 34
La joven Malala Yousafzai, Nobel de la Paz, que sobrevivió a un atentado por defender la educación de las niñas en Pakistán, habló ayer en Sao Paulo sobre la importancia de la educación para el empoderamiento femenino.
Educación es más que aprendizaje y lectura. Es emancipación
, resaltó Malala, de 20 años, invitada por Itaú Unibanco, al iniciar su intervención en el auditorio del parque Ibirapuera.
La educación es la mejor inversión sostenible a largo plazo
, agregó, deplorando que al menos 1.5 millones de niñas brasileñas estén fuera del sistema escolar.
Malala dividió el palco con varias mujeres vinculadas al área de educación, entre ellas Tabata Amaral, estudiante de Sao Paulo que a los 18 años consiguió que seis de las principales universidades estadunidenses le abrieran las puertas, eligiendo una beca de Harvard para estudiar Ciencias Sociales y Astrofísica.
Ana Lucia Villela, presidenta del Instituto Alana de protección de la infancia, subrayó que Brasil sufre con indicadores difíciles en materia educativa.
El país necesitará 260 años para alcanzar el nivel de competencia de lectura y escritura de alumnos de países desarrollados; 92.7 por ciento de los jóvenes que acaban la educación media en Brasil no sabe qué quiere decir 92.7 por ciento
.
Yousafzai tenía 15 años cuando un talibán le disparó en la cabeza; fue trasladada a un hospital de la ciudad inglesa de Birmingham, donde inició su activismo.
La joven ganó el Premio Nobel en 2014, junto a Kailash Satyarthi, por su combate contra la explotación de niños y jóvenes y por el derecho de todos a la educación.