Urge cambiar política económica // Bajo crecimiento, reto a superar
ndrés Manuel López Obrador ofrece un crecimiento económico anual promedio de 4 por ciento –el doble del registrado en más de tres décadas y media de neoliberalismo–, pero esa meta no se alcanzará por arte de magia ni por decreto, de tal forma que para alcanzar ese objetivo urge modificar sustancialmente la política respectiva.
En este sentido, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) analiza el punto –y de él se toman los siguientes pasajes– y subraya que la administración del virtual presidente electo debe transformar el peso de la inercia
si desea ver realizadas sus propuestas de gobierno.
¿Se puede concebir que el mismo modelo causante del bajo desarrollo económico y social pueda revertirlo con sólo algunas modificaciones? La probabilidad de que ello ocurra es baja, porque la evidencia muestra lo contrario.
El bajo crecimiento económico es el mejor ejemplo del reto a superar; es el causante de los desequilibrios sociales y productivos que se viven en México, entre ellos, la pobreza. El marco institucional y administrativo del gobierno federal se ha elaborado para obedecer la lógica de un modelo que en teoría debería elevar la competitividad y productividad de la economía nacional, pero que en la práctica no ha tenido la capacidad para lograrlo.
El PND, los programas sectoriales, el Pronafide o la aprobación de múltiples reformas estructurales no han alcanzado para revertir el crecimiento económico cercano a 2 por ciento que atrapó a México desde hace 36 años. Se ha intentado reformar al modelo aplicado desde 1986, pero el éxito no ha llegado. Por ello, se requiere de una nueva lógica de política económica que evite los dogmas y privilegie los resultados. El gasto gubernamental debe ser eficaz, orientado a resultados: durante las pasadas cuatro décadas se han aplicado programas de ajuste fiscal que no redundaron en mayor crecimiento económico y desarrollo social.
La reconstrucción de la política económica y de la administración pública es indispensable para aplicar nuevas estrategias que permitan superar la fuerza centrípeta del 2 por ciento, de la pobreza, la elevada quiebra de empresas y la corrupción. Todo debe partir de una nueva dirección que permita orientar y restructurar a la administración pública heredada.
Una estrategia fundamental para impulsar el crecimiento en otras naciones fue el firme impulso al desarrollo industrial, lo que explica el éxito de las naciones del Este asiático. La política industrial, con el objetivo de alcanzar un fortalecimiento productivo y competitivo del mercado interno, es el mecanismo que permitirá revertir los rezagos y seguir el ejemplo de las economías más exitosas a escala global.
México debe transformar su marco institucional y administrativo en materia de política económica para tener éxito en los años por venir, de otra manera el peso de la inercia y del funcionamiento orgánico
ya establecido terminarán por absorber la transformación que el país requiere.
La inercia institucional que ha causado el bajo crecimiento es grande y no se debe subestimar. Para revertirla se requiere una nueva política económica que venga acompañada de políticas públicas bien definidas y comprometidas con la atención de los problemas que inhiben el crecimiento y desarrollo económico deMéxico.
En los pasados 36 años se apostó a la liberalización y se negó la alternativa que fue exitosa en otras latitudes: un Estado que participó activamente en el fomento de sus empresas, de un gobierno que, junto el sector privado y la academia, se encargó del desarrollo económico y social.
Las rebanadas del pastel
Ayer se desplomó una sección de la plaza comercial Arts. Es cuestión de seguir el hilo: negligencia, permiso otorgado por la Delegación Alvaro Obregón, caos en la demarcación por los llamados desarrolladores, cacique delegacional, Leonel Luna. El que quiera, fácilmente encontrará.
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