Para confirmar su existencia se utilizaron telescopios en Chile, Hawái y Arizona
Miércoles 18 de julio de 2018, p. 2
Nueva York
Cuatrocientos años después de que Galileo utilizó su primitivo telescopio para hallar las primeras lunas en Júpiter, los astrónomos siguen descubriendo más. El reciente descubrimiento de otros 12 cuerpos satelitales alrededor del gigantesco planeta deja el total en 79, la mayor cantidad de lunas de cualquier planeta en nuestro sistema solar.
Los expertos buscaban objetos fuera de nuestro sistema solar el año pasado cuando orientaron sus telescopios a la cercanía de Júpiter, dijo Scott Sheppard, del Instituto Científico Carnegie en Washington. Detectaron una hilera de objetos merodeando cerca del enorme planeta gaseoso, pero no sabían si eran lunas o asteroides.
No fue un descubrimiento repentino, sino que tardó un año determinar qué eran esos objetos
, explicó Sheppard, quien dirigió el equipo que hizo el descubrimiento. Resultó que eran lunas de Júpiter. El año pasado se confirmó la identidad de dos de ellas y ayer la de las otras 10.
Para confirmar su existencia se usaron telescopios en Chile, Hawái y Arizona.
Las lunas pasaron tanto tiempo inadvertidas porque son sumamente pequeñas, con un diámetro de uno o dos kilómetros, dijo Gareth Williams, del Centro de Planetas Menores del Instituto Astronómico, quien cree que Júpiter tiene incluso más de esas lunas diminutas que no han sido descubiertas.
Simplemente no hemos observado esa área lo suficiente
, añadió Williams, quien contribuyó a confirmar las órbitas de las lunas.
Galileo detectó las cuatro lunas más grandes de Júpiter –Io, Europa, Ganímedes y Calisto– en 1610. El total actual incluye ocho que no han sido vistas en años recientes. Entre los otros planetas que más lunas tienen están Saturno con 61, Urano con 27 y Neptuno con 14. Marte tiene dos, la Tierra tiene una, Mercurio y Venus no tienen ninguna.
Cuerpo celeste extravagante
Una de esas diminutas lunas, de apenas un kilómetro de diámetro, fue descrita como una verdadera extravagancia
por Sheppard. Es "probablemente la luna más pequeña conocida de Júpiter", agregó.
Los expertos la apodaron la rara
, por su órbita inusual. Pero fue a la novia de Sheppard a quien se le ocurrió el nombre oficial: Valetudo, la bisnieta del dios romano Júpiter, diosa de la salud y la higiene.
Valetudo está en el anillo más distante de Júpiter, girando en dirección contraria a la rotación del planeta y en contra de las demás lunas. Es como si estuviera yendo por una calle en sentido contrario
, señaló Sheppard.
Esta es una situación inestable
, aseveró Sheppard. Las colisiones frontales podrían desintegrar los objetos rápidamente y reducirlos a polvo
.
A esta rareza le lleva alrededor de un año y medio dar la vuelta a Júpiter. Las lunas internas tardan alrededor de un año en dar la vuelta a Júpiter, mientras que las externas el doble.
La hipótesis es que Valetudo y las lunas parecidas surgieron poco después de la formación del planeta. Probablemente al inicio Júpiter actuó como imán y atrajo toda la materia a su alrededor. Alguna de esa materia se coaguló y quedó dando vueltas, convirtiéndose en sus lunas.