Johannesburgo

Cien años después del natalicio de Nelson Mandela (1918-2013), Sudáfrica rindió este miércoles homenaje a este ícono de la lucha contra el apartheid con una marcha encabezada por su viuda, Graça Machel, y un foro organizado por el ex presidente estadunidense Barack Obama que reunió a líderes juveniles de diversas partes de África. Un día después de pronunciar un discurso en esta capital sobre el legado de Mandela, Obama volvió a hablar del histórico luchador social ante unas 14 mil personas.

Afirmó que Mandela comenzó como un hombre muy joven, de la edad de ustedes, tratando de liberar su país, dijo a los participantes de su programa Líderes de África, unos 200 jóvenes de 44 países del continente.

Obama los llamó a trabajar por cambios en sus naciones y enfatizó el impacto que puede tener en un continente cuya población es la de crecimiento más rápido en el mundo.

Además, habló contra la corrupción y el conflicto que obstaculizan el cambio, y mencionó como ejemplo las actuales tensiones en Camerún, que enfrenta un movimiento separatista anglófono y la amenaza de Boko Haram, el grupo extremista islámico basado en Nigeria.

El martes, en un discurso en un estadio de Johannesburgo ante 15 mil personas, en el punto culminante del homenaje a Madiba, apodo de Mandela, Obama recordó la ola de esperanza que se apoderó del mundo tras la liberación de Mandela, el 2 de febrero de 1990, tras permanecer 27 años recluido.

Cuatro años después sin derramar sangre y tras décadas de un régimen racista blanco, Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, cargo que ocupó hasta 1999.

Graça Machel, tercera y última esposa de Mandela, encabezó una marcha en Johannesburgo hasta la Corte Constitucional.

En varios lugares del mundo conmemoraron el día de Mandela con actos de altruismo, espectáculos, exposiciones, torneos deportivos y publicación de libros para homenajear a un gigante de la historia como lo calificó Obama.

El banco central sudafricano emitió en honor del líder nuevos billetes de rand y varios prisioneros tejieron a ganchillo una gigantesca manta con su imagen, que se puede ver desde el espacio.