Domingo 22 de julio de 2018, p. 8
Santiago, Chile
Tampoco en Chile la vida del migrante ha sido fácil. El rapero haitiano Wesly Lotog se ha erigido en ídolo de su comunidad contando en sus canciones las vicisitudes que pasa la avalancha de compatriotas llegados los años pasados en una oleada sin precedente.
No todo lo que brilla es oro
, advierte Wesly en sus letras, mensaje dirigido a sus compatriotas, que se sienten representados por él. Estuve obligado a abandonar mi país hacia donde yo me refundaría, sin saber todas las trampas que me esperarían...
, canta Wesly en su pegajoso rap No fue mi culpa, en el que relata las carencias y discriminación que los haitianos encuentran a su arribo a Chile.
Destino de casi 100 mil migrantes, Chile es uno de los países de América Latina que más haitianos recibió en los tres años pasados. Atraídos por la estabilidad política y económica, fueron llegando por miles –especialmente a Santiago– hasta que el gobierno impuso, en abril pasado, una visa especial, que frenó casi en seco la llegada de ciudadanos de la isla caribeña.
Con todo, ya forma una de las comunidades de migrantes más grandes, junto a colombianos, peruanos, venezolanos y dominicanos, ayudando con sus costumbres a enriquecer el paisaje de la capital chilena.
A diferencia de otros migrantes, el tránsito para la mayoría de los haitianos en Chile ha sido más que complejo. En su mayoría, desempeñan casi exclusivamente trabajos de obreros o empleadas domésticas y a menudo son explotados. Muy pocos, pese a su instrucción y el manejo de varios idiomas, han logrado ascender en la sociedad chilena.
“Cuando llegué a Chile vi rascacielos. En mi país hay también, pero no así. Vi cosas hermosas y dije: 'guau, ¡éste es un país!’, me gusta ”, relata.
En mi música no sólo hablo de mí, trasmito la voz de los haitianos. Por ejemplo, no me acuerdo haber sufrido algún gesto de racismo, pero muchos de mis hermanos sí, por eso tomé la voz para hablar por ellos
, agrega.
Antes de llegar a Chile hace tres años, Etienne Carl Wesly, Wesly Lotog, sólo había actuado ante amigos y familiares, pero en su país de acogida decidió dar un salto y profesionalizarse. Con un mánager ya contratado, ahora actúa en bares de Santiago.