La señorita Julia, el clásico de August Strindberg escrito en 1889, vuelve al escenario en el teatro Milán, con la dirección de Martín Acosta, para renovar y actualizar polémicos temas como el racismo y la lucha entre clases y géneros, que lo mismo se vivían en la Suecia decimonónica donde la obra fue concebida, como en la cotidianidad actual en México.

La historia de la hija de un conde que se enamora del mayordomo en la Noche de San Juan y toda la intriga que se forma en torno a ese amor prohibido sigue muy vigente y podría contarse de muchas maneras. Es una obra súper específica para estos tiempos, opinó Cassandra Ciangherotti, protagonista de la puesta en escena, en entrevista con La Jornada.

Julia es una mujer catalogada como loca; sin embargo, el personaje delineado por el dramaturgo sueco podría estar más bien adelantado a su tiempo, señala la actriz. Es una joven que en una noche de fiesta quiere rebelarse, liberarse, soltarse y experimentar cosas que van contra su educación familiar y demostrar que una mujer puede ser lo mismo que un hombre, explicó.

Para Ciangherotti, la obra cuestiona al machito que todos traemos dentro y nos lleva a reflexionar sobre un aspecto de la feminidad muy profundo. Strindberg fue un hombre con esquizofrenia, bipolaridad e inadaptado social, con una sensibilidad femenina muy fuerte, que aparentemente lo hacía más débil ante la sociedad, lo que se refleja en la pieza teatral. El autor sueco confesó en alguna ocasión que él mismo era la señorita Julia.

Cassandra se identifica con Julia, ya que a veces se siente también un poco inadaptada al concepto social de lo que debe ser una mujer y, en específico, una actriz. Se pregunta por qué mostrar el cuerpo femenino se entiende como liberación de la mujer. Siento que para tener una carrera exitosa con muchos seguidores, parece una consigna obligatoria y no es que me parezca incorrecto, sino que me pregunto si debe ser así.

Al reflexionar sobre la obra, la artista resalta la necesidad de ser compasivos y comprender que todos somos víctimas de un sistema impuesto, que es patriarcal y machista, y que no permite que brote nuestro otro aspecto. A partir de ese entendimiento, dejar que surja la virtud de lo femenino.

La señorita Julia se presenta los miércoles y jueves a las 20:45 horas, hasta el 27 de septiembre, en el teatro Milán (Lucerna 64, colonia Juárez). Entrada general $350.