Teherán

El presidente de Irán, Hassan Rohani, advirtió este domingo con un dicho persa al presidente estadunidense, Donald Trump, de que no debe jugar con fuego: No juegue con la cola del león, señor Trump, porque se arrepentirá, dado que un conflicto con el país islámico sería la madre de todas las guerras.

Rohani amenazó ayer con bloquear las rutas para la exportación de petróleo en el golfo Pérsico en represalia por la decisión de Estados Unidos de dejar el acuerdo nuclear pactado en 2015 con el país persa e imponerle nuevas sanciones.

Rohani acusó a Trump de buscar con sus sanciones la destrucción de Irán. Sin embargo, los estadunidenses deberían saber que la paz con Irán es la madre de todas las paces... de la misma manera que una guerra sería la madre de todas las guerras, afirmó Rohani.

Durante sus visitas a Suiza y Austria, a principios de mes, Rohani advirtió de que Irán podría cerrar el estrecho de Ormuz, punto estratégico en el golfo Pérsico por donde circula 30 por ciento del petróleo transportado vía marítima a escala mundial, y bloquear así todas las exportaciones de petróleo de la región. Este domingo renovó su amenaza: Tenemos varias rutas (para las exportaciones de petróleo en el Golfo)... cuya seguridad hemos garantizado siempre solo nosotros.

Esta intervención del presidente iraní se produjo horas antes del esperado discurso sobre Irán del secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo. Washington no teme afrontar a los funcionarios iraníes con sanciones al más alto nivel de su gobierno, dijo Pompeo.

También confirmó que Estados Unidos quiere que todas los naciones reduzcan sus importaciones de crudo iraní lo más cerca posble de cero antes del 4 de noviembre.

Seis potencias mundiales suscribieron en 2015 en Viena un acuerdo con Irán que lo obliga a desmantelar parcialmente su programa nuclear para evitar que fabrique armas nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones económicas impuestas a Teherán. Estados Unidos se retiró este año del pacto.

En otro tema, un sismo de magnitud 5.9 sacudió la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán y dejó al menos a 128 personas heridas, horas después de que otros dos temblores se sintieran en la provincia de Hormozgan, en el sur, informó la televisión estatal.