Martes 24 de julio de 2018, p. 34
Científicos de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional (IPN) comprobaron las propiedades de la planta Kalanchoe flammea, conocida como belladona, contra el cáncer de próstata y están por iniciar la fase clínica en pacientes, con el propósito de lograr un medicamento herbolario que se comercialice en forma controlada.
Cynthia Ordaz Pichardo, del Laboratorio de Biología Celular y Productos Naturales, quien encabeza el grupo de trabajo, señaló que tras cinco años de investigación se ha podido comprobar que las pruebas moleculares de los extractos y compuestos puros de la planta mostraron la presencia de metabolitos secundarios (compuestos orgánicos sintetizados por el organismo que no tienen un rol directo en el crecimiento o reproducción del mismo) denominados glucósidos cardiotónicos y terpenos, por mencionar algunos.
Patente para el Poli
Explicó que se llevaron a cabo pruebas de citotoxicidad en células tumorales y sanas para descartar algún daño sobre estas últimas, donde la belladona fue inocua para las células sanas. Con estos hallazgos, se concretó una patente para el uso de los componentes de la planta en ese tipo de displasia a nombre del IPN.
En la siguiente etapa, el grupo de investigadores evaluó los extractos y compuestos puros en modelos animales. Primero en un modelo de xenotransplante murino (trasplante de células de una especie a otra) para demostrar la actividad antitumoral y después evaluaron la toxici-dad de Kalanchoe flammea en ratas y conejos, a los cuales se hicieron estudios de laboratorio y análisis histopatológicos y al final demostraron que la planta fue negativa a toxicidad.
La investigación se repitió con extracto de belladona en com-binación con el fármaco docetaxel. El tratamiento ayudó a matar las células tumorales, disminuyendo las concentraciones y dosis de la planta y el fármaco sin perjudicar a las células sanas
Encapsulada, la Kalanchoe flammea está por administrarse a pacientes con cáncer de próstata etapa cuatro en varios hospitales del país. Con pruebas piloto reguladas por comités de bioética, podremos hacer la transferencia tecnológica para que los empresarios interesados en fabricar el medicamento herbolario lo puedan comercializar
, expresó Ordaz Pichardo.