Washington

Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anunciaron ayer un pacto para desactivar el conflicto comercial entre Washington y Bruselas, que se tradujo en aranceles recíprocos.

Trump indicó que su país y la Unión Europea (UE) iniciaron conversaciones para reducir las barreras comerciales dentro de los intentos por evitar una guerra arancelaria. Por su parte, Juncker señaló que Bruselas y Washington no impondrán nuevos impuestos mientras negocian.

Este fue un gran día para el comercio libre y justo, afirmó el mandatario estadunidense en conferencia al término de su reunión con Juncker. En declaraciones con el funcionario europeo a su lado, Trump aseguró que acordaron “trabajar juntos hacia cero aranceles, cero barreras no arancelarias y cero subsidios a los bienes industriales no automotrices.

También trabajaremos para reducir las barreras y aumentar el comercio en servicios, productos químicos, farmacéuticos, médicos, así como la soya, detalló Trump, y aseguró que la Unión Europea (UE) aumentará inmediatamente sus compras de este cereal estadu-nidense y aumentaría la adquisición de gas natural licuado de Estados Unidos. Va a ser un comprador masivo, resaltó.

Adelantó que las conversaciones resolverían tanto los elevados aranceles que Estados Unidos impuso a las importaciones de acero y aluminio de la UE, así como los impuestos que Europa fijó a los productos estadunidenses en represalia. Señaló que tras la reunión con Juncker en la Casa Blanca las relaciones con la UE entraron en una nueva fase.

No quedó claro si ambas partes progresaron en el tema polémico de los posibles aranceles estadunidenses a las importaciones de automóviles procedentes de Europa. Pero Juncker expresó que acordaron no imponer nuevos impuestos mientras se desarrollan las conversaciones. Esta fue una reunión buena y constructiva, enfatizó.

Trump ha amenazado con imponer aranceles de 25 por ciento a las importaciones de automóviles, una medida que golpearía duramente a automotrices europeas como BMW y Volkswagen, igual que a las fabricantes de Japón y Corea del Sur.

Tanto Trump como Juncker habían expresado más temprano su deseo de bajar aranceles y aliviar las tensiones comerciales transa-tlánticas.

Juncker había destacado que la UE y Estados Unidos, que representan la mitad del comercio mundial. Son socios cercanos, aliados y no enemigos. Tenemos que trabajar juntos, afirmó.

Trump anunció también que Estados Unidos y la UE trabajarán en forma conjunta para reformar la Organización Mundial de Comercio. En forma especial, puso a China en la mira, a la que acusa de transgredir derechos de propiedad intelectual y de forzar a transferirle tecnología.