Managua

Miles de opositores al gobierno del presidente Daniel Ortega salieron ayer nuevamente a las calles de la capital en respaldo de los obispos que median en el diálogo nacional y en demanda de justicia y democracia en el país, al tiempo que oficialistas marcharon simultáneamente en apoyo del mandatario.

Ondeando banderas de Nicaragua y del Vaticano, en apoyo de los obispos de la Iglesia católica acusados por Ortega de ser parte de un plan golpista, millares de personas acudieron al llamado de la oposición para participar en una movilización pacífica que se desarrolló en una de las avenidas principales de Managua.

Entrevistado por el canal privado 100% Noticias, monseñor Miguel Mántica agradeció el apoyo ciudadano a los obispos, quienes en semanas recientes fueron víctimas de múltiples agresiones físicas y verbales por grupos de choque del oficialismo, que los acusan de actuar en favor de manifestantes antigubernamentales.

Al respecto, Mantica recalcó que la Iglesia católica nicaragüense ha sido parcial no desde el 18 de abril, cuando se iniciaron las protestas, sino desde el siglo XVI, cuando abogó por los indígenas durante la conquista. Subrayó que, hasta hoy, la Iglesia está del lado de los que sufren.

La denominada Peregrinación por nuestros obispos, defensores de la verdad y la justicia, convocada por el movimiento Grito por Nicaragua y la opositora Alianza Cívica, salió de la rotonda Jean Paul Genie y culminó en la céntrica catedral de Managua. Los manifestantes exigieron la renuncia de Ortega y de su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, así como la liberación de los detenidos en el contexto de las protestas antigubernamentales.

Paralelamente, simpatizantes del gobierno, policías en motocicletas y empleados públicos, desfilaron en otra avenida cercana, en una contramarcha en la que exigieron justicia para las víctimas del terrorismo golpista y para respaldar a Ortega, informó El Nuevo Diario.

La movilización oficialista comenzó cerca del barrio Monserrat, donde el lunes fue asesinada la estudiante brasileña Raynéia Gabriella da Costa Lima, de 32 años, presuntamente por disparos de paramilitares.

De acuerdo con medios locales, Pierson Gutiérrez, presunto asesino de la estudiante de medicina, perteneció al ejército nicaragüense hasta el 5 de agosto de 2009. Desde entonces no tiene relación alguna con la institución, confirmó la oficina de Relaciones Públicas de la entidad castrense. Para la policía, el asesino era un guardia de seguridad privada y usó una carabina M4, arma no autorizada para empresas.

En tanto, el ex jefe del ejército Humberto Ortega afirmó el viernes que su hermano, el presidente, debe acabar con las fuerzas paramilitares, responsables de la violencia.

Si el gobierno tiene un profundo sentido de responsabilidad, en primer lugar debe acabar con la presencia de estos armados ilegales, quienes actúan como si fueran autoridad militar o de policía. El pueblo no quiere ver más a esas fuerzas parapoliciales en funciones de acompañamiento con la policía o sola. No podemos aceptar que haya fuerzas parapoliciales o paramilitares, subrayó en una entrevista en el programa Con Camilo, de la cadena estadunidense CNN.