Arizona y Texas son los estados fronterizos donde más mexicanos fallecen en su intento de cruzar de manera indocumentada hacia Estados Unidos, muestran datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

De acuerdo con cifras de la cancillería mexicana (consultadas al 28 de julio) de 2009 al 30 de junio del año en curso la dependencia federal tenía registro de 2 mil 837 fallecimientos de connacionales, de los cuales mil 486 ocurrieron en Arizona y mil 133 en Texas. En el tercer sitio se encuentra California, donde hubo 208 decesos y finalmente Nuevo México, con 10 muertes.

La estadística revela que 2009 fue el año más mortal para los mexicanos, con 369 decesos. Los números se mantuvieron por encima de los 300 fallecidos en los años subsecuentes, hasta 2014, cuando hubo 221 casos; para 2015 la cifra volvió a bajar a 166.

Sin embargo, la muertes se duplicaron en 2016 con 316 defunciones y 2017 cerró con 272 personas mexicanas o que se presume son compatriotas.

En el primer semestre del año se ha detectado un total de 144 paisanos que murieron en su intento por cruzar sin documentos al país vecino del norte.

En el informe público de la SRE se aclara que en 2016 se incluyeron 106 personas fallecidas no identificadas que se presume eran de nacionalidad mexicana; en 2017 se reportaron 110 individuos bajo estos mismos términos y de enero a junio se han integrado 96 casos de este tipo.

Vale recordar que el mes pasado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) exhibió que a pesar del marcado descenso en los cruces por la frontera entre Estados Unidos y México en 2017, la cifra de migrantes fallecidos siguió siendo elevada.

Con base en datos recopilados por el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, el organismo multilateral detalló que el año pasado documentó 412 muertes de migrantes de diferentes nacionalidades, en comparación con las 398 de 2016.

Mientras, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos informó de la disminución de 44 por ciento en las detenciones fronterizas entre 2016 y 2017.

En entrevista, Maureen Meyer, coordinadora principal del programa en México de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola, por sus siglas en inglés), explicó que en su intento por evitar ser detectados y detenidos, las personas migrantes cruzan en zonas muy remotas con condiciones extremas de medio ambiente y donde con frecuencia la ayuda humanitaria es inhibida.

Abandonados por los coyotes u obligados a caminar por zonas áridas, muchos migrantes se pierden y son vulnerables a los golpes de calor o mordidas de animales ponzoñosos, advirtió Meyer.