e anuncian cambios en casi todas las entidades públicas federales. Se anuncian recortes de empleos y disminución en salarios. Se asume habrá un ahorro millonario; con ello, se establece que hay abusos reiterados en los ingresos de los burócratas. Ese ahorro puede no llegar; puede convertirse en un hoyo negro para el presupuesto. Como sucedió con los despidos del Gobierno del D.F. durante varias administraciones, que siguen generando pagos millonarios por laudos condenatorios.

La ley burocrática federal contempla las causas para separar del cargo a cualquier trabajador. Desde el intendente hasta la punta del escalafón, deben seguirse las formas legales. Es especialmente importante hacer tales procedimientos de cese, pues la ley burocrática federal, a diferencia de la Ley Federal del Trabajo, no prevé límite en el pago de salarios caídos: un juicio que dure décadas o generaciones, puede llevar al pago de TODOS los salarios caídos con su consecuente reinstalación. Así, se tendría que pagar a los trabajadores removidos, incluso sin trabajar, por años. Y luego buscarles una plaza para su reinstalación. No importa que no exista la secretaría de estado, la que asuma sus funciones se quedará con la obligación patronal.

Dentro de las descentralizaciones anunciadas, no se incluyen los diferentes tribunales especializados. El Tribunal burocrático está en la CDMX: el 1er circuito judicial federal. Las determinaciones que tome el pleno de 1er circuito en materia laboral, por orden de la Ley de Amparo, son obligatorias para ese tribunal. Al resolver la contradicción PC.I.L. J/36 L (10ª. Época) con registro 2016034, con rubro Universidad Autónoma Chapingo. Los trabajadores del tercer turno especial que reciben de manera voluntaria del empleador el pago de la prima sabatina tienen derecho a seguir percibiéndola, por formar parte de su salario se reafirmaron muchos criterios jurisprudenciales donde se establece que cualquier ingreso de los trabajadores forma parte del salario. Las reducciones que se hagan a prestaciones ajenas al salario, son ilegales, pues ya son obligatorias de pagarse, como precisa el pleno del 1er circuito. Y los juicios laborales federales que se resuelvan en CDMX tendrán ese sentido.

Los despidos masivos de burócratas federales y sus reducciones salariales pueden terminar en un doble pago y en una doble creación de plazas. El anunciado ahorro puede terminar siendo una fuga presupuestal. Igual de preocupante debería ser la imagen social que ahora tiene todo funcionario público por ser ya señalado como corrupto y abusivo debido a su salario o al de sus superiores jerárquicos. Como si la descomposición social sólo proviniera del sector público.

Cuando el candidato hablaba de despertar al tigre, debió recordar al tigre burocrático: ya no hay FSTSE que contenga una revuelta laboral. Y el tigre, además de defender sus ingresos, también defenderá su honor.