El feminicidio de la joven Verónica Guadalupe Benítez Vega, cometido hace más de un año en el municipio de Nicolás Romero, estado de México, podría finalmente consignarse como tal luego de que antier se comprobó con diversos peritajes que el crimen fue cometido por su esposo, quien además ejercía violencia intrafamiliar contra ella meses antes de asesinarla.

Familiares y representantes legales de la mujer señalaron que este caso paradigmático ilustra la forma en que ocurren miles de muertes de mujeres, que quedan en la impunidad. Advirtieron que debe servir para que en el futuro todo asesinato contra este sector de la población sea investigado inmediatamente como feminicidio.

Como se informó en este diario, Benítez Vega –alumna de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México– fue asesinada el 6 de julio de 2017 en la comunidad de San José El Vidrio, en un crimen por el cual fueron acusados el esposo y la suegra de la joven. Pese a que aquél fue detenido, hasta ahora no ha habido sentencia definitiva en su contra.

Juanita Benítez, hermana de Guadalupe, y Víctor Caballero, abogado de la familia, explicaron en entrevista con La Jornada que el pasado miércoles se llevó a cabo una audiencia en el juzgado de controles y enjuiciamiento del penal de Barrientos, en la que se presentó el resultado de tres pruebas periciales realizadas tanto en la mujer asesinada como en su esposo.

Un resultado de los exámenes es que las heridas que presentaba el marido de Benítez al momento de ser detenido se las infligió él mismo, con el propósito de dar verosimilitud a la coartada de que una tercera persona los había atacado a él y a su esposa y por lo tanto él no era el responsable de la muerte.

De igual manera, los peritajes comprobaron que en las uñas de Guadalupe se encontraron restos de piel de su esposo y había sangre de ella en la ropa de él. También se recabaron testimonios de personas que los vieron solos en la calle donde la joven fue encontrada muerta en condiciones de extrema violencia.

Caballero y Benítez resaltaron que aunque todavía faltan por realizarse algunas audiencias, ya hay elementos suficientes para que el caso sea analizado y juzgado como feminicidio y no como homicidio calificado.

Reiteraron su petición de que todos los asesinatos de mujeres en el país sean considerados como feminicidios, para visibilizar la existencia de este problema y erradicarlo.