La economía de México se desacelera y temas como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la posibilidad de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador eche para atrás las reformas estructurales sin duda ponen en alerta a los inversionistas, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

El mercado interno comienza a resentir esta coyuntura y a moderar su ritmo de avance. El repunte de la inflación, motivado por los precios de combustibles, puede incidir de forma negativa en el poder adquisitivo después de la más reciente recuperación de principios del año, cuando la evolución de los precios del consumidor comenzó a moderar su crecimiento. Incluso los pronósticos de los especialistas ubican la inflación de 2018 en 4.23 por ciento, casi dos décimas de punto porcentual por arriba de la estimación previa, indicó.

Ponderó que resulta “fundamental mantener la estabilidad macroeconómica para lograr un ambiente de negocios que contribuya a impulsar la actividad económica, la inversión y, por ende, la generación de empleos mejor remunerados.

La incertidumbre hace que tanto empresas como consumidores se mantengan cautelosos en los ámbitos de inversión y de consumo, aun cuando su percepción sobre el futuro de la actividad económica mejora, resaltó.

En la renegociación del TLCAN todavía no hay nada claro, sobre todo cuando Canadá parece alejarse de la mesa, lo que deja en principio un acuerdo bilateral que igualmente podría retrasarse.

Sobre las reformas estructurales, el Ceesp agregó que la posición del próximo gobierno de echarlas para atrás sigue en pie, lo que ha generado preocupación entre los inversionistas, ya que consideran que, de concretarse, podrían poner en aprietos la posibilidad de elevar el ritmo de crecimiento de la economía en el corto y medianos plazos, además del costo que implica deshechar lo logrado.