Al continuar con las investigaciones relacionadas con la muerte de 19 niños y siete adultos en el colegio Enrique Rébsamen durante el sismo del 19 de septiembre del año pasado, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México informó que es procedente la remoción de escombros.

En una reunión con cuatro grupos de peritos –de víctimas e imputados– se acordó procedente dicha acción en la calle Rancho Tamboreo números 11 y 19, colonia Nueva Oriental Coapa, delegación Tlalpan.

La dependencia explicó que antes de iniciar los peritajes se hizo una inspección física del colegio, uno de los grupos de peritos realizó trabajos de laboratorio y se atendieron las observaciones técnicas y de laboratorio resultantes.

La fiscal desconcentrada de investigación en Tlalpan, Alicia Rosas Rubí, y personal especializado de la Coordinación General de Servicios Periciales y del área de Protección Civil participaron en dicha reunión.

Hace un mes, padres de los niños fallecidos impidieron la demolición del edificio colapsado durante el sismo, para no obstaculizar la investigación de las irregularidades en que operaba el colegio y se realizaran nuevos peritajes para fincar responsabilidades.

La fiscal, en esa ocasión, les explicó que la delegación determinó la demolición de la parte que colapsó, ya que ponía en riesgo a las casas de los alrededores del colegio, y poder contar con muestras suficientes para continuar la investigación iniciada por el delito de homicidio culposo.

La PGJ aclaró en ese momento que la demolición no afecta de forma alguna el acervo probatorio incorporado a la carpeta de investigación iniciada, pues los procesos de investigación para el esclarecimiento de los hechos continúan de manera independiente.

Por su parte, los padres de familia informaron que continuarían con sus protestas hasta que haya una persona detenida por el caso.

Hasta el momento, el único detenido es el director responsable de obra Juan Mario Velarde Gámez, quien fue vinculado a proceso por el delito de homicidio diverso 26.