Oaxaca, Oax.

El ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz (2004-2010) se reunió ayer en privado con periodistas en el hotel Hacienda Los Laureles, en la agencia municipal de San Felipe del Agua, adonde arribaron integrantes de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) para repudiar al priísta.

Genaro Martínez Morales, secretario de organización de la sección 22, aseguró que Ruiz Ortiz no era bienvenido por el magisterio oaxaqueño porque fue responsable de los hechos ocurridos durante 2006, que causaron la muerte de más de 20 integrantes del movimiento social que se integró en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.

El profesor refirió que los ‘‘daños’’ ocasionados por Ulises Ruiz a Oaxaca no han sido olvidados y la sección 22 mantendrá su exigencia de castigarlo, pues recuerda los ataques las ‘‘caravanas de la muerte’’, el fallido desalojo del 14 de junio y otras agresiones.

Agregó que con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia se pugnará por que el ex gobernador sea juzgado por ‘‘crímenes de lesa humanidad’’ que dejaron viudas y huérfanos.

Un grupo de jóvenes irrumpió en el hotel, pero los profesores se deslindaron de ellos y se marcharon ante la posibilidad de que alguien los hubiera enviado para provocar desmanes.

En su reunión, el ex mandatario y actual líder de la corriente Democracia Interna del Partido Revolucionario Institucional consideró necesario renovar la dirigencia del PRI –que actualmente encabeza Claudia Ruiz Massieu– con el voto de los militantes y no por decisión del presidente Enrique Peña Nieto.

Ulises Ruiz aseguró que sólo tenía planeado ver a familiares, periodistas y políticos. Inicialmente iba a reunirse con 10 reporteros y columnistas, pero ante la llegada de más trabajadores de medios se decidió ofrecer una conferencia de prensa.

Ruiz Ortiz se negó a opinar sobre el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, pues ‘‘apenas comenzó y es necesario dejarlo trabajar’’. En cuanto al anterior mandatario, Gabino Cué (2010-2016), dijo que ‘‘debería estar en la cárcel, porque dejó al estado en bancarrota’’.