Martes 7 de agosto de 2018, p. 32
El cáncer cérvico uterino sigue como la primera causa de muerte por tumores malignos en 13 estados de la República, y aunque ha bajado la cantidad de decesos, todavía pierden la vida por esta causa 13 mujeres cada día, advirtieron médicos del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), quienes apremiaron a las autoridades a fortalecer medidas de prevención, así como a garantizar los mejores tratamientos para las pacientes.
La investigadora Lucely Cetina, responsable del Modelo Integral para la Atención del Cáncer Cérvico Uterino Localmente Avanzado (Micaela), advirtió que en los próximos 15 años se podría controlar la neoplasia si la vacunación contra el virus del papiloma humano, asociado a más de 90 por ciento de los casos de este tumor, que ya se aplica a niñas de primaria, se extendiera a adultas jóvenes y a varones.
Entre los obstáculos que persisten para la detección temprana de este cáncer, el oncólogo Roberto Jiménez advirtió factores como la inequidad de género que impide a las mujeres que se hagan la prueba de papanicolau, sobre todo en el sur del país, donde tienen que pedir permiso al esposo para ir al médico.
Las asalariadas, las trabajadoras domésticas y las madres de familia difícilmente tienen la posibilidad de cuidar su salud. Otra barrera es el nivel educativo. Jiménez refirió información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, que en 2000 hizo un análisis de las mujeres fallecidas por cáncer cervical y encontró que 66 por ciento era analfabeta o no había concluido la primaria.
Respecto de la mortalidad, comentó que las entidades con las mayores tasas de defunción son Morelos, Veracruz y Chiapas, aunque esta condición también ocurre en Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Sobre el programa Micaela, Lucely Cetina comentó que comenzó este año en el Incan, con financiamiento de 25 millones de pesos, autorizado por la Comisión de Equidad de Género de la Cámara de Diputados, para garantizar la atención integral e individualizada de las 500 nuevas pacientes que cada año llegan al instituto.
Señaló que 85 por ciento de las mujeres presenta un tumor localmente avanzado, casos en que las probabilidades de control y posible cura son de 51 a 80 por ciento; mientras, para 15 por ciento que tiene un cáncer metastásico existen tratamientos innovadores con los que las enfermas pueden aspirar a tener una sobrevida de 18 meses.
Con el programa Micaela, las pacientes tendrán acceso a esas terapias y su experiencia servirá para obtener la evidencia científica de sus beneficios, a fin de que pugnar por mayores recursos y que la totalidad de enfermas en el país reciban esos medicamentos, señaló Cetina.