Jueves 9 de agosto de 2018, p. 5
La absolución judicial de Elba Esther Gordillo generó una serie de reacciones encontradas. Por una parte, legisladores de PAN y PRD señalaron que esta decisión podría ser un pago de facturas
por su respaldo a la campaña de Andrés Manuel López Obrador y, por la otra, el vicecoordinador de PT-Morena en el Senado, Luis Humberto Fernández, exigió pruebas de estas aseveraciones. En todo caso, añadió, es una muestra de las incongruencias de la Procuraduría General de la República, que no pudo probar los cargos por los que se le procesó.
La ex ministra y próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, confió en que el Poder Judicial hizo bien su trabajo al revisar el caso de la ex lideresa magisterial y aprobar su liberación. Incluso, desestimó sesgos políticos en el tema, tras destacar que los tiempos judiciales no son necesariamente los tiempos políticos.
Resaltó que ambos se manejan de manera distinta y que ello lo vivió en la Corte, al aludir al hecho de que la liberación de la ex dirigente magisterial coincidió con la expedición de la constancia de presidente electo en favor de López Obrador.
Entrevistada en la sede del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Sánchez Cordero dijo que cuando estaba en la Corte conoció el expediente de Gordillo Morales, el cual era endeble. Sí se merecía la libertad, apuntó.
El actual secretario del Trabajo, Roberto Campa, sostuvo que al igual que se pronunció cuando fue detenida, espera que la maestra siga siendo su amiga
.
Por su parte, integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación consideraron que la libertad absoluta otorgada a Gordillo Morales, tras ser absuelta de los cargos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, es una muestra de que en México la justicia sigue siendo un instrumento político y no resultado del combate a la corrupción y la violación de la ley
. Además, alertaron que tras su liberación “podría iniciarse una guerra interna por el control del gremio magisterial entre charros y neocharros”.
La presidenta de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, Teresa Bracho González, deseó lo mejor
a Gordillo.
(Georgina Saldierna, Laura Poy, Alonso Urrutia, Andrea Becerril, Víctor Ballinas y Néstor Jiménez)