La Contraloría General de la Ciudad de México tiene detenida la investigación de oficio que inició por la presunta venta de plazas laborales en el gobierno capitalino, debido a que hasta el momento no se ha presentado una denuncia formal en ese sentido, señaló el titular de la dependencia, Eduardo Rovelo Pico.

Al ser ntrevistado luego de inaugurar la primera Feria de servicios para contralores ciudadanos, admitió que se presentaron dos quejas anónimas vía correo electrónico, por lo que se abrió un expediente; sin embargo, en ninguno de los casos se han ratificado dichas acusaciones. No tengo conocimiento de alguna queja formal interpuesta por alguna persona que haya padecido esta situación, expresó.

Lo que sí ha habido, dijo, fue un par de correos eléctricos donde han hecho alusión a tema, por lo que se inició una investigación de oficio, pero nadie ha ratificado las acusaciones, incluso no sé si el denunciante existe o sea una persona anónima, que tampoco esta mal, mencionó el funcionario.

De esta forma, insistió, la Contraloría no tiene formalmente ninguna imputación directa en contra de nadie por el tema de venta de plazas y añadió que no existe evidencias que permitan acreditar dicha situación.

–¿Entonces, no se continúa con la investigación?

–No existe. No la tenemos porque no sabemos a que se refieren, ni quien ni en donde… pero se refieren (las quejas enviadas por correo electrónico) a delegaciones, me parece, si no mal recuerdo, respondió el contralor.

Por otro lado, dijo que tampoco tiene conocimiento de denuncia alguna por la entrega incompleta del Fondo de Ahorro de los más de 185 mil miembros del Sindicato de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México.

Rovelo Pico hizo un llamado a los trabajadores de la administración local y ciudadanos en general que si tienen conocimiento de algún acto irregular lo denuncien.

Hace dos semanas, se dio a conocer que trabajadores de la administración pública local enviaron denuncias a la casa de transición de la jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum Pardo, por el otorgamiento de plazas de base tanto a trabajadores como a personas externas a las dependencias, y que en algunos casos éstas eran vendidas.