Funcionarios de cultura de los ámbitos federal y de Ciudad de México se reunieron ayer para analizar el destino del legado del poeta y ensayista Octavio Paz (1914-1998).

En ese encuentro, se difundió en un comunicado, se acordaron las acciones necesarias para ‘‘iniciar los trámites de la sucesión ante las autoridades competentes’’.

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) reiteró que se prepara la declaratoria de monumento artístico de los archivos que se encuentren en los inmuebles propiedad del matrimonio de Octavio y Marie-José Paz, quien falleció el pasado 26 de julio.

El comunicado precisa que ‘‘corresponde a un juez de lo Familiar determinar la inexistencia de un testamento de Marie-José Tramini. De confirmarse esta situación, la disposición testamentaria de Octavio Paz señala que El Colegio Nacional será depositario exclusivamente de los papeles, cartas, correspondencia privada y documentos del acervo. Esto no atañe a los derechos de autor y los inmuebles propiedad de Octavio Paz, que deberán tener otro destino conforme a las disposiciones legales”.

En ese encuentro participaron la titular de la Secretaría de Cultura federal, María Cristina García Cepeda; el secretario de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín; el consejero jurídico de la Ciudad de México, Vicente Lopantzi García, y el presidente en turno de El Colegio Nacional, el escritor Juan Villoro, así como Lidia Camacho, directora general del INBA.

Máxima prioridad, conservar ese acervo

Los participantes en la reunión analizaron desde ‘‘el ámbito de sus distintas competencias, las acciones relacionadas con la protección y destino del archivo de Octavio Paz’’ tras el deceso de Marie-José Tramini de Paz.

‘‘El legado de Paz –se dijo– debe formar parte de nuestro patrimonio cultural para que pueda ser debidamente preservado y consultado en forma abierta en los tiempos que el propio poeta determinó en su testamento.”

Asimismo ‘‘las instituciones de los gobiernos federal y local coincidieron en que la conservación del acervo reviste la máxima prioridad, puesto que se trata de una de las obras literarias e intelectuales más relevantes de la historia de México y del mundo, misma que permanecerá en nuestro país” y refrendaron su compromiso de mantener un diálogo permanente durante todo el proceso legal.

Como se informó en estas páginas (La Jornada, 05/08/18), en esos archivos destacan, entre muchos documentos, la correspondencia del premio Nobel de Literatura mexicano con escritores como el argentino Julio Cortázar y Carlos Fuentes.